El arroz mar y montaña es un homenaje al equilibrio perfecto: la intensidad del mar con su sabor profundo y la contundencia de la carne cocinada con mimo. Un arroz que reúne en un solo plato lo mejor de dos mundos y que triunfa en cualquier ocasión, desde comidas familiares hasta celebraciones entre amigos.
En esta versión te proponemos una receta melosa, con sobrasada que potencia el sabor y con el punto oscuro que le da la tinta de calamar. Si quieres seguir explorando este tipo de platos, no te pierdas nuestro arroz con pulpo o este arroz caldoso con langostinos. Dos recetas que no fallan. ¡Vamos al lío!
Este arroz pide calma y organización. Corta con mimo las verduras, limpia el pescado, ten a mano la tinta y pon el caldo a calentar. Tenerlo todo listo antes de encender el fuego no solo facilita el cocinado, sino que convierte el proceso en un pequeño ritual. Este arroz tiene lo mejor del mar y la montaña pero si hoy te apetece solo mar, aquí tienes un arroz marinero que también emociona.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva a fuego alto dora el pollo y el cerdo en primer lugar. Luego llega el turno del chipirón y la sepia, que se funden en esa base con personalidad. Resérvalos, pero que no se te vaya ese olor… porque lo que viene es aún mejor.
Haz el sofrito a base de cebolla, ajo y tomate. Suena sencillo, pero si lo haces sin prisas se convierte en oro. Añade el pimentón y la sobrasada cuando todo esté bien pochado. Ver cómo se funde la sobrasada en la sartén es casi hipnótico. Este paso le da a la receta ese punto que la hace inolvidable.
Incorpora el arroz y remueve con energía, como quien se prepara para lo bueno. Disuelve la tinta en un poco de caldo caliente y añádela a la olla. Poco a poco, añade el resto del caldo. Aquí se junta todo: la tierra y el mar, el fondo que hiciste antes y el arroz que lo va a absorber todo.
Incorpora el azafrán infusionado y deja cocinar durante 8 minutos a fuego medio-alto. Luego, baja el fuego y observa cómo el arroz toma cuerpo durante 10 minutos más. No remuevas. Déjalo hacer. A veces en la cocina, como en la vida, es mejor dejar que las cosas simplemente sucedan.
Cuando el arroz esté en su punto, apaga el fuego y cúbrelo con un paño durante 5 minutos. Este descanso es como una pausa en una conversación importante: necesario para que las cosas calen.
Emplata con sobrasada por encima y alioli si te gusta ese contraste potente. Y si puedes, hazlo en mesa larga, con risas alrededor y este arroz, el disfrute está asegurado.
Este arroz mar y montaña demuestra que no hay por qué elegir entre tierra o mar cuando se puede disfrutar de ambos en un solo plato. Con una base potente de sobrasada, carnes jugosas y mariscos sabrosos, esta receta es un acierto seguro en cualquier mesa. Es ideal para un domingo en familia, una comida con amigos o para darte un capricho gastronómico en casa.
¿Te has quedado con ganas de más? Te recomendamos descubrir nuestro arroz con mejillones o este arroz de pescado de roca, dos propuestas llenas de sabor y con ese toque marinero que tanto nos gusta. Ahora solo falta una buena mesa, pan para mojar… ¡y a disfrutar del viaje entre el mar y la montaña!