Si te apetece una fideuá marinera que salga de diez sin complicarte, esta fideuá de rape es para ti. El rape tiene una carne firme y sabrosa que aguanta de maravilla la cocción y se lleva genial con un buen caldo: justo lo que necesitamos para un plato con aroma a costa y sabor de casa.
Usaremos fideos nº3 SOS Especial para Fideuá, pensados para absorber el caldo y quedar en su punto, ni blandos ni duros. ¿Te quedas con ganas de más ideas marineras? Échale un ojo a esta paella de rape y verduras o a la fideuá con almejas: dos recetas que siempre triunfan.
Vamos al lío: en nada tienes en la mesa una fideuá mediterránea, reconfortante y perfecta para compartir con familia o amigos.
Como en toda buena receta, el secreto está en la calma. Limpia los gambones o langostinos, quítales las cáscaras si prefieres comer sin mancharte, y corta el rape en trozos hermosos, de bocado. Pica la cebolla y los ajos, ralla el tomate y pon a calentar el caldo de pescado. Que todo esté a punto antes de encender el fuego: así cocinarás disfrutando, no corriendo.
Y si lo tuyo son los sabores del mar, te recomiendo probar también esta fideuá con gambas. Te prometo que huele y sabe a costa mediterránea.

Calienta unas cucharadas de aceite de oliva y añade la cebolla y el ajo. No tengas prisa: deja que se ablanden despacito, que se vuelvan casi dulces. Luego llega el momento mágico: el pimentón. Échalo rápido, remueve sin miedo, y justo después el tomate rallado. Cocina con mimo hasta que la mezcla pierda el agua y empiece a oler a cocina de verdad.

Sube el fuego y dora los trozos de rape por ambos lados. Solo un par de minutos, lo justo para que cojan color. Ese sellado es lo que hará que el pescado se mantenga jugoso y firme más adelante. Sácalo y déjalo esperando su momento de gloria.

Ahora viene uno de mis pasos favoritos. Añade los fideos y remueve sin parar. Escucha cómo crujen suavemente, cómo cambian de color. Es el aroma de la tradición. No hay prisa: en estos dos o tres minutos los fideos se preparan para absorber todo el sabor del sofrito y el caldo. Es pura magia sencilla.

Vierte el caldo de pescado caliente y deja que hierva con fuerza unos minutos. Luego baja el fuego, incorpora unas hebras de azafrán y observa cómo los fideos se van empapando poco a poco. No los toques más: ahora trabajan solos. Cocina a fuego medio hasta que el líquido casi desaparezca y el olor te diga que está en su punto.

Devuelve el rape dorado a la paellera y coloca los gambones o langostinos como si fueses a pintar un cuadro. Deja que se cocine todo junto unos minutos más, hasta que los fideos estén tiernos y el marisco se haya vuelto rojo intenso. Es el momento en que la cocina se llena de aroma a domingo feliz.

Apaga el fuego, cubre la fideuá con un paño y espera unos minutos. Sí, espera. En ese reposo breve, todo se asienta, los sabores se abrazan y el resultado se vuelve redondo. Esos tres minutos valen oro.
Después, solo queda lo mejor: llevarla a la mesa, dejar que todos la vean, y disfrutar juntos del crujido de los fideos y del sabor a mar. Porque al final, cocinar también va de eso: de hacer felices a los que se sientan contigo.

La fideuá de rape es de esos platos que hacen que la cocina huela a celebración. Con ingredientes sencillos, un buen fideo nº3 SOS Especial para Fideuá y un poco de cariño, consigues un sabor de mar que reconforta y una textura que invita a repetir. Es el tipo de receta que se disfruta tanto al cocinarla como al compartirla.
¿Te has quedado con ganas de más? Entonces lánzate a probar este arroz con rape y almejas o esta sabrosa fideuá de carne de cerdo. Porque en Arroz SOS sabemos que cocinar no es solo seguir una receta: es llenar la casa de aromas, compartir historias y disfrutar de cada cucharada.