Si buscas una receta fresca, nutritiva y que esté lista en un abrir y cerrar de ojos, este tabulé de quinoa es tu mejor aliado. Perfecto para esos días en que quieres algo ligero pero lleno de sabor. Su mezcla de ingredientes vivos y saludables promete hacer vibrar tus papilas gustativas y es ideal tanto para combatir el calor del verano como para disfrutar de una comida reconfortante todo el año.
Antes de lanzarte a prepararlo, asegúrate de tener a mano todos los ingredientes frescos y de calidad: quinoa, espinacas, pimientos… ¡y no olvides el toque de limón que marca la diferencia! La receta es tan sencilla que en cuanto te metas a la cocina, la tendrás lista antes de que empiece tu serie favorita. ¡Venga, que ya casi tienes el delantal puesto!
Y si estás pensando en ampliar tu repertorio de platos irresistibles, te recomiendo probar estos calamares encebollados llenos de sabor y esta ensalada de quinoa con aguacate y huevo cocido que es una auténtica delicia. Confía en mí, estas recetas serán un éxito total en tu mesa.
Antes de sumergirte en la aventura del tabulé de quinoa, asegúrate de tener todos los ingredientes bien lavaditos. Lava esas verduras con cariño, exprime un buen limón y ten el perejil picado a mano. Una buena organización hará que preparar esta ensalada fresca y nutritiva sea pan comido.
Y si después te entran ganas de experimentar, échale un ojo a nuestro guiso de quinoa. ¡Nunca está de más tener opciones deliciosas! La clave está en disfrutar del proceso, sabiendo que esta receta libanesa te alegrará el día.

¿Listo para enfrentarte a esa quinoa con ganas de tabulé de quinoa? Perfecto, porque el primer paso es quitarle ese amargor que viene de fábrica. Pon la quinoa en un colador fino y déjala bajo agua fría durante un par de minutos. Un detalle importante: frota la quinoa suavemente con las manos, como si le estuvieras dando un masaje.
Confía en mí, este paso es clave para que tu ensalada fresca y nutritiva no acabe con un sabor amargo. Es casi como destapar un vino: justo lo necesario para que puedas disfrutar de todo su potencial. Ahora tu quinoa está lista para convertirse en la estrella de tu tabulé sin gluten, vegano y delicioso.

Para empezar, vamos a darle a la quinoa el trato que se merece. Pon una cacerola con agua al fuego y añade una pizca generosa de sal y un chorrito de tu mejor aceite de oliva virgen extra. Déjala cocer suavemente unos 15 minutos. La idea es que quede cocida pero aún firme, lista para convertirse en estrella del tabulé de quinoa.
Una vez cocida, escúrrela bien. Aquí viene un truquito personal: extiéndela en una bandeja para que se enfríe y pierda la humedad extra. Si la tienes, también puedes usar la cesta de la freidora de aire. Así, no solo se enfriará, sino que adquirirá una textura deliciosa. ¡Verás cómo este paso marcará la diferencia!

Imagina el aroma que invade tu cocina al mezclar la quinoa (ya templada) con pimentón dulce, ajo y cebolla en polvo, todo sazonado con una pizca de sal y un generoso chorrito de aceite de oliva. Remueve con cariño, es como vestir a tu tabulé de fiesta, asegurando que cada granito esté plenamente impregnado de sabor.
Ahora, para darle un giro inesperado, tostarás la quinoa en la freidora de aire a 180 ºC. Dale una vueltecita cada 5 minutos durante 15 minutos en total para un tostado perfecto y homogéneo. Este toque crujiente hará de esta ensalada de quinoa una experiencia simplemente irresistible.

Primero, asegúrate de que esas espinacas estén bien frescas y crujientes, y échalas en un bol grande. Van a ser la cama perfecta para esta ensalada fresca y nutritiva que vamos a crear. Es casi como prepararles la cama a nuestros ingredientes, ¡merecen lo mejor!
Ahora es momento de lucir tus habilidades de corte: pica el pepino, la cebolla morada y el pimiento rojo. Añádelos al bol y verás cómo el colorido comienza a contar una historia. Asegúrate de cortar los vegetales del tamaño que te gustaría encontrar en cada bocado.

Ya tienes la quinoa crujiente lista, pero antes de añadirla al bol, déjala enfriar un pelín. Nadie quiere una ensalada caliente, ¿verdad? Una vez templada, es el momento de unirla a las verduras y mezclar suavemente. La clave está en no aplastar demasiado para mantener esa textura tan apetecible.
Mezcla como si estuvieras tocando los platillos en un concierto imaginario: con energía, pero con cariño. De esta forma, todos los ingredientes se amalgaman sin perder su identidad. La ensalada tabulé de quinoa está llena de colores y sabores que gritan frescura. ¡Y hasta aquí va tomando forma nuestro pequeño pedazo de ensueño libanés!

Ahora viene la parte divertida: ¡crear la vinagreta mágica! Mezcla jugo de limón fresco con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Esta emulsión le dará al tabulé de quinoa ese toque refrescante que lo hace irresistible.
Vierte esta mezcla sobre el tabulé y asegúrate de revolver bien para que cada grano de quinoa se impregne de sabor. Finalmente, espolvorea perejil fresco al gusto. Esta hierba le da un color vibrante y un aroma inconfundible a esta ensalada fresca y nutritiva. ¡Listo para disfrutar esta delicia!

El tabulé de quinoa es mucho más que una ensalada. Es como darle un abrazo a tu cuerpo mientras disfrutas de cada bocado. Esta mezcla de quinoa con verduras frescas aliñadas de forma sencilla no solo es equilibrada y nutritiva, sino que también convierte tu plato en un festival de colores que alegra la vista.
Desde Arroz SOS, tenemos una pasión infinita por la calidad y la innovación. Te invitamos a descubrir nuevas formas de disfrutar en la cocina con propuestas como esta. Si esta receta te ha hecho sonreír, te animo a que pruebes otras deliciosas versiones con quinoa, como la quinoa con verduras y huevo o nuestras jugosas hamburguesas de quinoa. ¡Tu cocina se animará con estas exquisiteces!
Si buscas seguir experimentando, también te recomiendo darle una oportunidad a nuestra ensalada de quinoa con aguacate y huevo cocido, los pimientos rellenos de quinoa integral y roja o la refrescante ensalada de quinoa y melón.