Receta de nasi goreng: delicioso arroz frito indonesio

tiempo de preparacion 5-15 min
numero de comensales Fácil
numero de comensales 4 personas
numero de comensales 20 min
numero de comensales Cocina internacional
coste estimado 5 €
Calorías por ración: 520 kcal

El nasi goreng es mucho más que un simple arroz frito: es uno de los platos más representativos de la cocina de Indonesia y una explosión de sabores exóticos que conquista desde el primer bocado. Tradicionalmente preparado en wok, este plato combina ingredientes sencillos como arroz, pollo, huevo y verduras con toques intensos de salsa de soja, pasta de camarón y especias.

Lo mejor de esta receta es que puedes prepararla fácilmente en casa y adaptarla a tus gustos. ¿Te apetece más suave o con un punto extra de picante? ¿Prefieres incluir gambas o hacerlo solo con verduras? Todo es posible. Además, si disfrutas con este tipo de elaboraciones, te animamos a probar también nuestro arroz frito con huevo o el irresistible arroz cantonés.

¿Te animas a cocinarlo con nosotros? Sigue leyendo y descubre cómo preparar paso a paso este nasi goreng casero, fácil y lleno de sabor.

Ingredientes

Elaboración

  • Organizar los ingredientes y preparar todo antes de empezar

    Antes de encender el fuego, asegúrate de tener todos los ingredientes listos. Vamos a trabajar con sabores intensos, por lo que es clave tenerlo todo bien preparado. Mide los 300 g de arroz SOS Largo, que será nuestra base, ideal por su grano suelto y firme. El pollo, troceado en dados pequeños, aportará proteína y cuerpo al plato, mientras que los huevos darán cremosidad y textura.

    El ajo y la cebolla forman la base aromática perfecta, a la que se suman zanahoria, pimiento y guisantes verdes para aportar color y frescura. No subestimes el poder nutricional de los beneficios de los guisantes, pequeños pero llenos de valor.

    Entre los ingredientes clave están también el aceite de sésamo y la salsa de soja, que nos conectan con el auténtico sabor del sudeste asiático, junto con una cucharadita de pasta de camarón y chiles picados para quienes disfrutan de un punto picante. Puedes añadir rodajas de lima o limón al final para un contraste cítrico.

    Si te preguntas si esta combinación tan completa puede ser pesada, te invitamos a leer este artículo sobre ¿engorda el arroz con pollo?

    Preparar el revuelto para integrarlo al final

    Comienza batiendo bien los huevos en un bol. Calienta una sartén o wok con unas gotas de aceite de sésamo y vierte los huevos. Remueve continuamente para hacer un revuelto jugoso y ligeramente dorado. Es importante que no quede seco, ya que luego se integrará con el resto del arroz y aportará cremosidad.

    Una vez listo, reserva el revuelto en un plato para incorporarlo más adelante.

    Prepara el revuelto de huevos

  • Cocinar el sofrito con las verduras y el pollo

    En el mismo wok, añade un poco más de aceite y sofríe la cebolla picada, el ajo finamente laminado y la zanahoria cortada en tiras finas. Incorpora también los guisantes y una pizca de sal. Cocina a fuego medio hasta que las verduras estén bien pochadas y tiernas.

    Luego, añade los dados de pechuga de pollo y sube un poco el fuego para que se doren. Remueve para que se cocinen por igual y absorban los sabores del sofrito.

    Cocina el sofrito y el pollo

  • Cocer el arroz para una base perfecta

    En una olla con agua abundante y sal, cuece el arroz SOS Largo durante 11 a 13 minutos, según el punto que prefieras. Este arroz se mantiene suelto y con buena textura, ideal para platos como este.

    Una vez cocido, escúrrelo y resérvalo hasta el momento de añadirlo al wok. Si lo enfrías ligeramente, te será aún más fácil integrarlo sin que se apelmace.

    Cocer el arroz

  • Añadir los condimentos para potenciar el sabor

    Cuando el pollo esté dorado, agrega la pasta de camarón y la salsa de soja directamente al wok. Estas bases darán al plato ese sabor tan característico, umami e intenso.

    Remueve bien para que todos los ingredientes queden impregnados y los sabores se distribuyan de forma uniforme.

    Añadir condimentos

  • Incorporar el arroz cocido para completar el salteado

    Es el momento de añadir el arroz SOS Largo previamente cocido al wok. Remueve constantemente a fuego medio-alto para integrar el arroz con el sofrito y los condimentos.

    Este paso es clave para conseguir una textura suelta y evitar que se apelmace. Saltea durante un par de minutos hasta que el arroz coja color y sabor.

    Incorporar el arroz cocido

  • Agregar el toque final con huevo y especias

    Vuelve a incorporar el revuelto de huevo que habíamos reservado. Añade también los chiles picados y un poco de pimienta negra al gusto para dar ese punto picante que caracteriza al nasi goreng tradicional.

    Remueve una última vez para integrar todos los sabores y asegurarte de que el huevo queda bien repartido.

    Agregar el revuelto

  • Emplatar y disfrutar de esta delicia indonesia

    Sirve el nasi goreng en platos hondos o directamente en cuencos. Para un toque cítrico y decorativo, puedes añadir una rodaja de lima o limón en el borde del plato. Aporta frescor y contrasta con los sabores intensos del arroz.

    ¡Y listo! Ya puedes disfrutar de tu nasi goreng casero, lleno de matices, aromas y esa irresistible mezcla de tradición y sencillez que lo hace tan especial.

    Emplatar

Una receta llena de sabor e inspiración asiática

Preparar un nasi goreng en casa es una experiencia tan deliciosa como sencilla. Esta receta te permite descubrir los intensos sabores de Indonesia sin salir de tu cocina: arroz salteado, pollo jugoso, verduras frescas y ese inconfundible toque de salsa de soja y especias que lo convierten en un plato único.

Si te ha gustado esta propuesta, seguro que también disfrutarás de otros clásicos asiáticos que puedes preparar fácilmente con arroz SOS. Prueba nuestro arroz frito tres delicias, ideal para toda la familia, o este arroz frito chino con pollo, perfecto para una cena rápida y sabrosa.

Explora, combina y da tu toque personal a estas recetas. El arroz es solo el principio de un sinfín de posibilidades para disfrutar comiendo bien y cocinando mejor.