El nasi goreng es mucho más que un simple arroz frito; es uno de esos platos que te transportan directamente a la vibrante cocina de Indonesia con cada bocado. Esta receta, además de ser un clásico, promete una explosión de sabores exóticos gracias a la combinación de ingredientes tan sencillos y accesibles como el arroz, el pollo, el huevo y las verduras, aderezados con una salsa de soja envolvente y pasta de camarón.
Lo mejor de todo es que puedes prepararlo fácilmente en casa sin complicaciones. Para empezar, asegúrate de tener a mano todos los ingredientes: el arroz SOS Largo que tanto nos gusta, esa pechuga de pollo jugosa y, por supuesto, los toques de sabor que marcan la diferencia como pasta de camarón y un chorrito de aceite de sésamo. Un consejo: si el ajo empieza a bailar alegre en la sartén, vas por buen camino. Recuerda ajustar el nivel de picante según tus preferencias, ¡tú controlas el fogón aquí!
Si te entusiasma el nasi goreng, no pierdas la oportunidad de experimentar un poco más en la cocina. Te recomiendo encarecidamente probar el cremoso de arroz y pechuga de pollo o el sorprendente arroz con brócoli y pollo que seguro te dejarán con ganas de repetir.
Antes de ponerte a cocinar, es genial tener todo preparado. Vamos, estamos hablando de sabores intensos. Empieza midiendo esos 300 g de arroz SOS Largo en el que confiarás como base. Su distintivoo radica en la integridad de sus granos. Estos granos esbeltos, al cocerse, retienen una firmeza que les permite mantener su individualidad. Por otro lado, la pechuga de pollo en dados será el alma del plato, mientras que los huevos le darán esa cremosidad irresistible.
¿A qué huele cuando el ajo y la cebolla se juntan en la sartén? Añádeles zanahoria, pimiento y guisantes verdes para un festival de colores. No olvides su poder nutritivo. Además, el aceite de sésamo y la salsa de soja son imprescindibles para el toque auténtico. Un poco de pasta de camarón, chiles y quizás rodajas de lima al final, hacen magia. ¿Te preocupas por las calorías? Consulta: ¿engorda el arroz con pollo?
Primero, toma esos huevos con confianza y bate bien en un bol, como si no hubiera un mañana. Ahora calienta tu sartén o wok con un poquito de aceite de sésamo, que ya sabemos que le da ese toque especial. Allí, vierte los huevos y remueve sin parar para obtener un revuelto jugosito y apenas dorado, pero sin llegar a secarse.
La idea es que ese revuelto aporte cremosidad al nasi goreng cuando se mezcle con el arroz, así que cuídalo como a una reliquia. Cuando esté listo, ¡no te lo comas todavía! Déjalo en un plato reservado. Verás cómo se integra perfectamente en este plato indonesio tan fácil de hacer y tan lleno de sabor.

En el mismo wok, dale un toque de aceite y lanza la cebolla picada, el ajo bien laminado y esas tiritas de zanahoria. No olvides los guisantes. Con una pizca de sal por encima, deja que todo se poche a fuego medio. Deja que el aroma te recuerde a los domingos en casa.
Ahora, es el turno de los dados de pechuga de pollo. Sube un poco el fuego y remueve con entusiasmo para que se doren y adopten esos deliciosos sabores. Poco a poco, podrás ver cómo se convierte en el protagonista de esta receta indonesia fácil para hacer en casa. ¡Qué delicia!

Ponte cómodo y prepara tu banda sonora favorita, que empezamos por el alma del plato: el arroz. En una olla llena de agua y sal, hierve el arroz SOS Largo unos 11 a 13 minutos, según tu gusto. Este arroz es como ese amigo que nunca te falla; siempre queda suelto y en su punto justo.
Cuando el arroz esté listo, escúrrelo con cariño y déjalo esperando su momento estelar. Un truquito de cocinillas: si lo enfrías un poco, será más fácil integrarlo sin que se apelmace. ¡Nada como un nasi goreng de pollo bien hecho! ¿Verdad?

Justo cuando el pollo tenga ese apetecible dorado, es momento de darle al wok un toque especial. Añade la pasta de camarón y la salsa de soja. Este dúo irreemplazable proporcionará al nasi goreng de pollo su auténtico sabor umami, transportándote directamente a una receta indonesia fácil para hacer en casa.
Asegúrate de remover bien. Al hacerlo, los sabores abrazarán a cada ingrediente, como cuando huele a domingo en casa. No te preocupes si te pasas un poco removiendo; es parte del encanto de preparar un plato principal tan delicioso.

Es hora de añadir el arroz SOS Largo, que ya has cocido, al wok. Imagina el sonido y el aroma al juntar el arroz con ese sofrito tan alegre. Revuelve constantemente a fuego medio-alto para que todos los ingredientes se conozcan y se lleven bien en esta receta indonesia fácil para hacer en casa.
Este acto de saltear es clave para no terminar con un montículo de arroz apelmazado. Mantén el movimiento durante un par de minutos. Verás cómo el nasi goreng de pollo empieza a adquirir un color y un sabor que parecen gritarte “¡pruébame ahora!”.

Es el momento de reincorporar el revuelto de huevo que reservaste con tanto cariño. Y añade los chiles picados y ajusta la pimienta a tu gusto, sin miedo, que aquí el «pica-pica» alegra y no resta. ¡Qué maravilla!
Remueve todo una última vez, igual que si estuvieras bailando una canción de domingo por la mañana. Asegúrate de que el huevo queda bien repartido, como si cada grano de arroz quisiera hacer nuevos amigos. Así todos los sabores se combinan, y la magia ocurre justo antes de servir.

Coloca nuestro espectacular nasi goreng en platos hondos o en unos cuencos generosos. Así, cada cucharada será un auténtico festival de sabores. A mí me gusta darle un toque final con una rodaja de lima o limón en el borde. Proporciona esa chispa cítrica que refresca y equilibra el plato.
¡Y ahí lo tienes! Un nasi goreng casero como para chuparse los dedos. Aromas que transportan a tierras lejanas y ese delicioso toque de sencillez que hace que cocinar sea un placer. ¡Invita a tus amigos y prepárate para sorprender en esta fiesta culinaria! ¡Demostrado, no hace falta ser un chef con estrella para salir triunfante; basta con amor y un buen arroz!

Preparar un nasi goreng en casa es una experiencia tan deliciosa como sencilla. Imagina traer ese irresistible aroma de Indonesia directo a tu cocina, con un arroz que baila en el wok, pechuga de pollo jugosa, verduras frescas y ese toque especial de salsa de soja mezclado con especias que te hará querer repetir. ¿Se puede pedir más?
Si esta propuesta te ha dejado con ganas de más, no te quedes con las ganas. También puedes lanzarte a probar otros clásicos asiáticos que combinan a la perfección con el arroz SOS. Descubre nuestro arroz frito tres delicias, que es perfecto para todos en casa, o prueba este arroz frito chino con pollo, ideal para una cena que se prepara en un abrir y cerrar de ojos. Como ves, en Arroz SOS, creemos en el poder de combinar sabores y beneficios saludables en cada receta.