Arroz con pollo de la abuela

Elaboración

• Preparar los ingredientes y trocear correctamente

  Empezar una receta de arroz con pollo de la abuela es todo un ritual. Lo primero es alistar los ingredientes para sentirnos como un chef organizado. Trocea las salchichas en porciones pequeñas con tijeras o un cuchillo afilado; un truco que asegura que se cocinen uniformemente.

  Corta el pollo cocido en trozos medianos y transforma las zanahorias en brunoise, así se sincronizan con nuestro arroz al cocinar. Para un paso más profesional, consulta nuestra guía sobre cómo filetear pechugas de pollo como un profesional. Cuece los huevos hasta estar duros y enfríalos para pelarlos fácilmente. Resérvalos para coronar el plato al final.

  

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  Dorar las carnes e incorporar las verduras

  Para comenzar, calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra en una sartén a fuego medio. Déjalo que se caliente bien antes de añadir las salchichas troceadas, el pollo cocido y los tacos de jamón serrano. Deja que cada bocado se dore, como cuando huele a domingo en casa, esto es crucial para sacar el mejor sabor de nuestras carnes.

  Ahora, anima el baile integrando el vaso y medio de agua a la sartén. Añade los guisantes y zanahorias troceadas, y remueve con cariño para que todo se mezcle bien. Cocínalo por unos minutos antes de añadir el líquido restante, de modo que tus verduras no solo sobrevivan a este viaje culinario, sino que brillen.

  

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  Agrega el Arroz y el Toque Dorado del Azafrán

  Cuando el agua en la sartén comience a bailar al ritmo del hervor, es hora de darle protagonismo al arroz. Añade un vaso de Arroz SOS Redondo, tratando a cada grano con cariño, y suma unas hebras de azafrán. Este toque de oro traerá consigo un color vibrante y ese aroma mágico que recuerda a la cocina de la abuela.

  No te emociones demasiado removiendo. Déjalo moverse al compás suave para que no se te pase de celebración y se vuelva una masa. Aquí está el truco: el arroz absorberá todos esos sabores tradicionales del pollo, el jamón y las verduras, haciéndote recordar esos domingos en casa.

  

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  Reposo y servir con huevo cocido

  Cuando veas que el arroz con pollo de la abuela ha alcanzado esa textura melosa, es hora de apagar el fuego y dejar que respire un poco. ¿Quién no ha esperado esos minutos eternos antes de zamparse un plato? Este breve descanso permite que el arroz absorba toda la magia del caldo, realzando los sabores tradicionales de cada ingrediente.

  Con los huevos cocidos en mano, toca el último toque maestro: pelarlos y esparcirlos troceados por encima. No es solo el color, es la textura y el sabor que se suman a la fiesta del plato. ¡Y voilà! Tienes un delicioso y reconfortante arroz listo para el festín. Bon appétit, que diría la abuela.

  

Conclusión

El arroz con pollo de la abuela es una receta que nunca pasa de moda. Su combinación de ingredientes sencillos y sabores tradicionales lo convierten en un plato perfecto para cualquier ocasión. Además, es muy versátil y fácil de adaptar a tus preferencias, lo que te permitirá disfrutar de una comida casera y reconfortante sin complicaciones. El truco está en cocinarlo con paciencia, permitiendo que los sabores se mezclen y se intensifiquen, para que cada bocado te transporte a esos recuerdos familiares.

Si te ha gustado esta receta, te invitamos a descubrir otras deliciosas versiones internacionales del arroz con pollo. Prueba el arroz con pollo tikka masala, con un toque especiado típico de la India, o el arroz con pollo brasileño, una deliciosa opción de la cocina de Brasil que combina sabores únicos. ¡Anímate a explorar nuevas formas de disfrutar este plato clásico en todo el mundo! Y si te apetece seguir experimentando, prueba estas ricas opciones: el arroz con pollo caldoso, la receta de pollo al curry con arroz, que es fácil y sabrosa.