La fideuá con mejillones es uno de esos platos que saben a mar y a sobremesas largas. Originaria de la costa levantina, esta receta tradicional combina el sabor intenso del marisco con la textura única de los fideos tostados y un fondo de fumet de pescado que le da toda su personalidad.
En esta versión fácil y deliciosa, descubrirás cómo preparar una fideuá casera equilibrada, llena de sabor y lista en poco tiempo. Ideal para una comida familiar o una cena informal con amigos, con ese punto marinero que siempre triunfa. Y si te apetece seguir explorando sabores del mar, no te pierdas nuestra
ensalada de arroz y mejillones o la fideuá con calamares.
¡Sigue leyendo y descubre cómo preparar esta joya de la cocina mediterránea paso a paso!
Lava bien los mejillones y retira las barbas. Limpia la sepia y córtala en dados. Pela y pica la cebolla y los ajos, y ralla los tomates. Si vas a usar tinta natural, resérvala para el final. Tenerlo todo preparado te ayudará a cocinar sin prisas y a disfrutar del proceso. Y si te quedas con ganas de más, prueba también esta fideuá con almejas, otra versión marinera que nunca falla.
En una paellera o sartén amplia, calienta un buen chorrito de aceite de oliva y añade los fideos. Tuéstalos a fuego medio, removiendo con frecuencia, hasta que estén bien dorados. Este paso, conocido como rosejar, es lo que le da a la fideuá ese sabor tan característico. Retira los fideos y resérvalos.
En un cazo, calienta el fumet de pescado y añade unas hebras de azafrán. Déjalo a fuego muy suave para que se infusione y coja color y aroma mientras sigues con la receta.
En la misma paellera donde doraste los fideos, sofríe la cebolla y el ajo con un poco más de aceite. Cuando empiecen a dorarse, añade el tomate rallado y cocina hasta que reduzca y se forme un sofrito espeso y lleno de sabor. Un buen sofrito es media receta.
En una cazuela aparte, pon los mejillones con una hoja de laurel y un chorrito de agua. Tapa y cuece al vapor durante unos 2 o 3 minutos, hasta que se abran. Cuela el líquido que sueltan (te servirá para la cocción) y retira las valvas. Reserva los mejillones.
Añade la sepia troceada al sofrito y cocínala unos minutos hasta que se dore y se mezcle bien con la base. Este paso refuerza el sabor marino del plato y le da textura.
Incorpora los fideos tostados a la paellera y remueve bien para que se impregnen del sofrito y de la sepia. Este paso ayuda a que todos los sabores se integren desde el principio.
Vierte primero el caldo colado de los mejillones y después el fumet infusionado con azafrán. Calcula aproximadamente el doble de líquido que de fideos. Cocina a fuego medio-alto al principio y luego baja el fuego. No remuevas demasiado: los fideos deben absorber el caldo hasta que quede casi seco.
Cuando la fideuá esté casi lista y el caldo se haya absorbido, coloca los mejillones por encima y deja que se calienten con el calor residual. No los cocines más tiempo para que no se resequen.
Por último, prepara tu salsa alioli batiendo un huevo, ajo, la tinta cocida, aceite y una pizca de sal. Sirve la fideuá caliente, con los mejillones por encima y unas cucharadas de alioli negro para decorar. El contraste entre el dorado de los fideos y el color intenso del alioli hará que nadie se resista a probarla. Un plato lleno de sabor y con alma mediterránea.
La fideuá con mejillones es una de esas recetas que siempre me apetece compartir. Tiene el sabor del mar, la textura perfecta de los fideos tostados y ese toque mediterráneo que convierte cualquier comida en una pequeña celebración. Es ideal para una comida familiar o una cena con amigos, y lo mejor es que es mucho más fácil de preparar de lo que parece.
¿Te ha gustado esta receta? Entonces sigue explorando nuevos sabores del mar con la receta de arroz caldoso con moluscos o este arroz con mejillones, dos propuestas igual de sabrosas para seguir disfrutando del Mediterráneo sin salir de casa.
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