Presta atención a esta forma tan apetitosa y atractiva de preparar un Arroz negro, a la manera Loleta by Loleta. ¡Pruébalo y comparte con los más cocinillas de la familia esta sabrosa receta!
Este plato, de forma muy habitual, se acompaña con alioli en el Levante español, por lo que es una buena opción para quien quiera aportar más complejidad de sabores a cada bocado.
Con respecto a la bebida, es buena idea acompañarlo con un vino blanco seco o semiseco, de los que se producen en la zona del Levante español. Algunos de estos contienen la uva chardonnay, la cual aporta untuosidad, y otros, moscatel de Alejandría, que refresca mucho, ya que aporta unas notas frutales muy elegantes.
Trucos y curiosidades
Como en cualquier arroz en paella que se precie, es necesario dejarlo reposar durante unos 5 minutos aproximadamente para que así adquiera todo su carácter. Las tiras de pimiento sugeridas aportan un contraste atractivo y cautivador al plato, facilitando que los niños muestren interés por probarlo.
Arroz negro, una tradición mediterránea
No se conoce con certeza el origen del arroz negro, pero se tiene constancia de su existencia en la zona de lo que hoy constituye la Comunidad Valenciana, desde el siglo XII. Al igual que otras paellas con marisco de la zona, se cree que su origen se encuentra en las cocinas de los pescadores de la zona. Estos tenían, ya en ese entonces, la costumbre de usar la tinta para cocinar.
Además, el arroz de esta región tiene una capacidad muy alta de absorber caldos, por eso es ideal para este plato, ya que absorbe la tinta, adquiriendo un sabor muy especial.
Otro de los posibles orígenes que se cree que puede tener es en Italia, ya que guarda muchas similitudes con el riso al nero di sepia, que es un plato tradicional en el país vecino. Es un plato de origen veneciano, concretamente.
Al igual que el arroz negro valenciano, se trata de un arroz de origen popular, que posteriormente se extendió por otras zonas del Mediterráneo como Croacia, en la época en la que el dominio veneciano en el comercio se extendió por las aguas del Mare Nostrum. Así que una posibilidad es que, en esa época, también haya llegado a España.