¿Quién no se ha deleitado alguna vez con un buen plato de arroz frito con huevo? Este clásico de la cocina casera, con ese toque asiático que nos transporta a lejanos mercados callejeros, es perfecto tanto para una comida rápida como para sorprender a tus invitados. Además, es tan versátil que lo puedes disfrutar como plato principal o como deliciosa guarnición.
Antes de empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano: arroz largo SOS, huevos frescos, una cebolla, una zanahoria, salsa de soja, un toque de chile y, si te gusta darle un punto crujiente, un poquito de cebollín picado. Conseguir los ingredientes es como armar el equipo perfecto para un partido: no querrás dejar a nadie fuera. Confía en mí, tener todo listo hará que el proceso sea mucho más sencillo.
Y si eres de los que disfruta del arroz frito tanto como yo, te recomiendo que pruebes el arroz frito tres delicias o te aventures con el arroz frito chino con pollo. ¡Te encantarán!
Antes de lanzarte al irresistible arroz frito con huevo, dedica un momento a reunir todos los ingredientes. Créeme, esto te ahorrará dar vueltas innecesarias por la cocina, buscando la salsa de soja justo cuando comiencen a chisporrotear los ingredientes en la sartén.
Un truco que siempre me funciona: corta y pica todo antes de empezar, ¡justo como en los programas de cocina!

Para empezar con buen pie en esta aventura culinaria, coceremos esos 350 gramos de arroz largo SOS. Hierve unos 11-13 minutos en agua hasta que el arroz esté en su punto, ni muy duro ni blando. Luego, dale un respiro, escúrrelo y mantenlo a buen recaudo.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el truco para un arroz bien cocido? Pues aquí lo tienes, la magia está en no pasarse con el agua y vigilarlo.

Comienza calentando tu wok con un poco de aceite de oliva. Vierte suavemente los huevos batidos. Remueve con cariño, evitando que se peguen demasiado. El objetivo es obtener una tortilla jugosa, que luego añadiremos al arroz frito con huevo.
No te olvides de reservar esta obra maestra de huevo. Es como guardar un as en la manga para cuando lo necesites más adelante. Créeme, le dará ese toque especial a cualquier salteado.

Aquí viene la parte divertida: preparar el sofrito. Agarra tu wok confiable y deja que la cebolla y la zanahoria se mezclen en una danza aromática. Añade una pizca de sal.
Cuando las verduras estén tiernamente doradas, es el momento de introducir el arroz cocido, la salsa de chile y la salsa de soja. Remueve con entusiasmo, como si estuvieras pintando un cuadro culinario en el wok. Asegúrate de que cada grano brille con sabor. ¡Y listo, tu sofrito está preparado para conquistar paladares!

Ha llegado el momento de la verdad: emplatar. Este es el instante mágico en el que el arroz frito con huevo se convierte de un simple plato en una pequeña obra de arte casera. Espolvorea con generosidad el cebollín picado por encima.
Y ahí lo tienes: tu arroz frito con huevo listo para deleitar a tus comensales. Siéntete libre de improvisar el toque final, una pizca de amor nunca sobra.

El arroz frito con huevo es una de esas recetas que, sinceramente, lo tiene todo: es sencilla y está deliciosa. Ideal para esos días en los que quieres algo rico sin complicarte. Con ingredientes que seguro ya tienes en casa, puedes hacer un plato que tanto tú como quienes lo prueben van a disfrutar un montón. Si te ha gustado, no dudes en echar un vistazo a este arroz con huevo, una receta sencilla y nutritiva.
Si buscas más inspiraciones sabrosas, te recomiendo probar el arroz con pollo frito, una receta fácil y deliciosa, el imprescindible sofrito para paella rápido y delicioso, o tal vez el arroz frito con gambas si quieres un toque marino.