A veces pensamos que para que un plato esté realmente rico hay que complicarse la vida… y luego llega un arroz con setas y te demuestra justo lo contrario. Con muy poquitas cosas y sin montar un lío en la cocina, puedes tener un plato lleno de sabor, de esos que huelen a comida casera y reconfortan incluso antes de probarlos.
El arroz con setas es de esos comodines que siempre quedan bien. Las setas aportan ese toque terroso que combina de maravilla con el grano, y cuando empieza a salir el aroma… ya sabes que vas por buen camino. Seguro que muchos de los ingredientes ya los tienes por casa, así que ni excusas ni misterios: es una receta agradecida y de las que salen a la primera.
Y si te quedas con ganas de probar algo distinto, hay versiones que también merecen mesa y mantel, como el
arroz meloso con carabineros y setas o el arroz con secreto y setas, que dan para lucirse un poco más.
¿Te apetece cocinarlo conmigo? Vamos a por un plato sabroso, equilibrado y perfecto para cualquier día en el que quieras comer bien sin complicarte.
Antes de encender el fuego, prepara todos los ingredientes para que el proceso sea rápido y fluido. Pela y pica la cebolla muy fina, los ajos en trocitos muy pequeños y el pimiento rojo en trozos lo más pequeños posible. Limpia las setas variadas y córtalas también en piezas pequeñas.
¿Te gusta este tipo de platos con sabor a tierra? Entonces no te pierdas este risotto de setas, otra forma deliciosa de disfrutar del arroz con hongos.

Pon una sartén amplia al fuego con un buen chorrito de AOVE. Cuando notes que empieza a calentar, añade la cebolla, el ajo y el pimiento rojo. Déjalos hacerse con calma, a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se agarre nada. Verás que poco a poco la verdura se va ablandando y coge ese tono doradito que huele a “esto va a salir bien”.
Aquí es donde se crea el sabor de verdad, así que no tengas prisa: un sofrito hecho con mimo cambia cualquier plato.

Cuando veas que las verduras ya están tiernas y con ese doradito que promete, es el momento de sumar el tomate triturado. Échalo todo de golpe y remueve bien para que se mezcle con el sofrito. Déjalo cocinar unos minutos, sin prisas, hasta que reduzca y coja un color más oscuro y sabroso.
Este paso le da al plato ese punto jugoso y ligeramente ácido que equilibra todo. Notarás cómo el olor empieza a ponerse serio.

Añade las setas y mézclalas bien con el sofrito para que se empapen de todo ese sabor que ya llevas trabajando. Déjalas cocinar unos 10 minutos; verás que empiezan a soltar su propio jugo y la mezcla se vuelve aún más aromática. Es ese momento en el que la cocina empieza a oler a plato reconfortante.
Mientras tanto, pon el caldo de pollo a calentar en un cazo aparte. Tenerlo caliente cuando lo añadas marcará la diferencia en cómo se cocina el arroz.

Es el momento de incorporar nuestro arroz SOS. Mezcla con calma, sin prisas, para que cada grano se empape bien de todo el sofrito. Es un momento sencillo, pero importante: aquí es cuando el arroz empieza a “enterarse” del sabor que va a llevar.
No tengas prisa. Déjalo un par de minutos al fuego mientras remueves, lo justo para que todo quede bien ligado.

Empieza a añadir el caldo caliente poco a poco, lo justo para cubrir el arroz. Remueve suave, sin prisas, y cuando veas que el grano va absorbiendo el líquido, añade un poco más. Este ir y venir de caldo es lo que conseguirá un arroz tierno pero con carácter.
Déjalo cocinar entre 15 y 20 minutos, ajustando el fuego. La cantidad de caldo es cosa de ir mirando: si te gusta más jugoso, un chorrito extra; si lo prefieres más seco, controla un poco más la mano.

Cuando veas que el arroz ya está en su punto, tierno pero sin deshacerse, apaga el fuego y dale un par de minutos para que se asiente. Ese pequeño reposo hace maravillas. Luego sí, sírvelo bien caliente y deja que hablen los aromas: es increíble lo que se consigue con ingredientes tan sencillos.
Este arroz con setas es de esos platos que lucen sin esfuerzo, perfecto para una comida casera en la que quieras quedar bien sin complicarte.

Preparar un buen arroz con setas no tiene ningún misterio: ingredientes frescos, un poco de cariño y un arroz que responda bien al fuego. Con esta receta te llevas un plato sabroso, sencillo y muy agradecido, de esos que funcionan igual de bien en una comida tranquila entre semana como en una mesa con invitados.
Y si te has quedado con ganas de seguir explorando, puedes probar este arroz con setas en Thermomix para una versión rápida con robot, o animarte con un arroz con costilla y setas, perfecto para cuando el apetito aprieta de verdad.
En Arroz SOS nos gusta que cada receta se sienta cercana y fiable. Al final, cuando eliges SOS, eliges cocinar con confianza y con el sabor de siempre.