¿Te apetece un arroz con sabor a mar, pero sin complicarte la vida? Este arroz con bonito fresco es de esos platos que lo tienen todo: tradición, sabor y cero estrés. Es perfecto para esos domingos en los que quieres lucirte un poco sin pasar la mañana entera en la cocina. El bonito, suave y jugoso, junto con el arroz SOS Redondo, te da un arroz meloso, de los que piden pan para mojar.
Y lo mejor de todo: no necesitas ser ningún experto. Con buenos ingredientes y un paso a paso sencillo, lo tienes hecho. Si luego te quedas con ganas de seguir en modo verano, échale un ojo a este arroz tres delicias con gambas o a esta ensalada de arroz con mejillones. Son platos frescos, sabrosos y muy apañados para cualquier día.
¿Te animas? Sigue leyendo y verás cómo preparar un arroz con bonito que sabe a mar, a casa… y a que te va a salir de lujo.
Antes de poner la sartén al fuego, deja todo listo y cortado, que luego el arroz no espera. Limpia bien el bonito fresco y divide la pieza: la mitad en rodajas (que luego marcaremos a la plancha), y la otra mitad en dados medianos que se añadirán casi al final, para que queden jugosos.
Pela la cebolla y los ajos, y pícalos finitos, casi como para sofrito de cuchara. El pimiento rojo en daditos pequeños también. Ten el tomate triturado a mano y el caldo de marisco caliente en un cazo, listo para entrar en acción.
Parece un paso simple, pero es lo que te ahorra líos a mitad de cocción. Y si quieres seguir afinando tus arroces con sabor a mar, échale un ojo a este arroz de pescado de roca, una receta que saca todo el partido al sofrito y al pescado.
Pasa las rodajas por la plancha solo unos segundos, como quien les da un susto de calor. No buscamos cocinarlas del todo, solo sellarlas y que guarden su jugo. Cuando estén listas, las retiramos del fuego y las reservamos para el final de la receta.
En una sartén grande o cazuela baja, añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente, incorporamos la cebolla. Este paso necesita paciencia: dejamos que se cocine a fuego medio durante unos 10 minutos.
La idea es que la cebolla se ablande y libere todo su dulzor, aportando una base sabrosa al sofrito. Remueve con cariño, que la cebolla se lo toma con calma y necesita atención para no pegarse.
Con la cebolla ya en su punto, es el momento de añadir los ajos picados. Esperamos un par de minutos, lo justo para que empiecen a dorarse sin llegar a quemarse, ya que eso podría aportar amargor.
Después, incorporamos el pimiento rojo cortado en dados pequeños. Este ingrediente no solo añade color, también equilibra el sabor del bonito con su dulzor natural. Removemos bien. Dale unos minutos más al conjunto para que los sabores empiecen a hacerse amigos
Cuando el sofrito esté bien hecho, añadimos el tomate triturado. Removemos para integrar todos los ingredientes y sazonamos con una pizca de sal. Este tomate va a aportar acidez y cuerpo al plato.
Dejamos cocinar unos 10 minutos más, hasta que veamos que la salsa ha reducido y está espesa. Este punto es esencial para concentrar el sabor antes de añadir el arroz.
Con la base ya bien concentrada, incorporamos el arroz SOS Redondo. Lo rehogamos durante 2 minutos, removiendo constantemente para que se impregne del sofrito.
Este paso permite que el arroz se selle ligeramente y comience a absorber los sabores desde el primer momento. Así conseguimos una textura más suelta y sabrosa.
Añadimos el caldo de marisco caliente hasta cubrir el arroz por completo. No echamos todo de golpe; iremos añadiendo más a medida que el arroz lo vaya absorbiendo.
Durante esta cocción, es importante no remover demasiado el arroz para que no suelte almidón y se vuelva pastoso. Ajustamos el punto de sal y dejamos que el arroz vaya haciendo su magia.
Cuando al arroz le queden unos 4 o 5 minutos de cocción, incorporamos el resto del bonito, que habremos cortado en dados. Así conseguimos que el pescado se cocine con el calor del caldo sin pasarse.
De este modo, el bonito queda jugoso y se integra con el arroz aportando todo su sabor. Este es el punto exacto para que el pescado y el arroz terminen juntos.
Cuando el arroz esté en su punto, lo retiramos del fuego. Colocamos cuidadosamente las rodajas de bonito que marcamos al principio sobre el arroz para decorar y aportar un extra de sabor.
Tapamos y dejamos reposar unos 5 minutos. Este tiempo es clave para que el arroz termine de asentarse y los sabores se fundan por completo. ¡Y listo para disfrutar!
Un buen arroz con bonito no tiene misterio: ingredientes frescos, un poco de mimo y arroz SOS Redondo. Con eso, ya tienes media receta hecha. Lo demás es disfrutar del proceso, sin prisas y con mucho sabor.
Es el plato perfecto para reunir a la familia, rescatar esos sabores de siempre y, si te animas, darle tu toque según lo que tengas en casa. Y si te quedas con hambre de más ideas, prueba este arroz con costillas o este arroz meloso con gambones. Dos recetas sabrosas que también huelen a cocina de verdad.