Esta receta de albóndigas con arroz se adapta a ti y a tus ritmos. Adáptala a tus gustos, a lo que tengas en la nevera y a tu tiempo: ¡puedes preparar parte por adelantado! Prepárala para disfrutarla en familia o para llevarla a la oficina. ¡Es perfecta!
Trocea el puerro. Pela y corta la zanahoria y los dientes de ajo.
Pon la carne en un bol. Añade la yema, ajo en polvo, perejil picado, pan rallado y salpimienta.
Haz bolitas con la carne.
Pon a sofreír las verduras del primer paso con un poco de aceite de oliva, perejil, tomate frito y el curry. Este sofrito, incorpóralo al caldo de verduras y muele. Enjuaga el arroz SOS, escúrrelo, y ponlo a hervir 20 minutos con el caldo y sofrito triturados.
Pasa las albóndigas por harina. Luego, fríelas.
Incorpóralas al caldo con arroz cuando falten 8 minutos. Por último, solo queda… ¡disfrutar!
Las albóndigas con arroz son un plato ideal para cualquier día de la semana. Te permite además tener algunos pasos preparados con antelación, con lo que ganarás tiempo a la hora de cocinar y, además, es una receta ideal para llevarla a la oficina.
El arroz con albóndigas, o arroz con pelotas, es un plato típico de la zona de Castellón, que tiene variaciones en diferentes territorios de la Comunidad Valenciana, desde un guiso de arroz con albóndigas hasta paella con albóndigas. ¡Te contamos más!
Es posible realizar las albóndigas con arroz con paella; albóndigas con arroz en caldo; o realizarlas con salsa y arroz. Una receta y muchas versiones, para que no te aburras en la cocina.
Esta receta se puede acompañar con tortitas de maíz, con lo que le darás un toque más internacional. Puedes servir primero el arroz, como base del plato, y encima, algunas albóndigas, con o sin salsa. También puedes imitar la presentación del arroz a la cubana y optar por dar forma al arroz, colocar sobre él un huevo a la plancha o frito y, a parte, las albóndigas.
Esta receta de albóndigas con arroz es una “receta maestra” de la que estamos seguros que podrás elaborar mil y una variaciones, adaptándose a tus ingredientes, tus comensales o lo que te apetezca comer ese día.
Congela las albóndigas ya amasadas, formadas y fritas y la falta de tiempo no será una excusa para no disfrutar de este plato.