¿Quién no ha soñado con esos platos que te trasladan a los domingos en casa de la abuela, llenos de aromas familiares y sabores que abren el apetito? Este pollo con garbanzos y arroz es justo eso: una receta que te llevará a la cocina casera de toda la vida. Con la suavidad del pollo, la textura de los garbanzos y el grano de calidad inconfundible del arroz SOS Redondo tradicional, te prometo que este plato te hará sonreír con cada bocado.
Ahora, antes de que te pongas manos a la sartén, te recomiendo organizar los ingredientes y picar las verduras con un poco de cariño. Alista los 300 g de arroz SOS Tradicional, 600 g de caldo de pollo, y 500 g de jugosa pechuga para que nada falte al momento de cocinar. ¿Y el truco del amigo chef? No le quites el ojo al ajo, cuando empiece a bailar en la sartén, es señal de que el festín está por comenzar.
Si te sorprenden las ganas de experimentar más con los garbanzos y el arroz, te recomiendo echar un ojo a este sabroso plato de arroz con espinacas y garbanzos o a esta receta fácil y sabrosa de garbanzos con arroz. ¡Ambas son una delicia que no puedes dejar de probar!
Empecemos esta aventura culinaria pasando lista a nuestros ingredientes. La clave del éxito está en organizarse bien. Saca tu mejor cuchillo y dedica un ratito a picar esas verduras: cebolla, pimiento, zanahoria y ajos. ¡Que no falten los tomates! Este paso es como el calentamiento antes de un buen partido.
Mientras picas, recuerda que se trata de un sencillo arroz con legumbres que no te dejará indiferente. Verás que ese pimiento rojo y la cebolla van a darle un sabor espectacular. Con todo listo en la tabla, estarás un paso más cerca de disfrutar de este delicioso plato principal.
En una sartén con aceite ya chisporroteando de alegría, añadimos las verduras. ¿Sabes ese momento mágico cuando el ajo empieza a despertar con su aroma? Ahí es cuando sabes que estás a punto de crear algo muy especial. Cocina con cariño, que este sofrito va a hacer que la cocina huela a esos domingos familiares.
Mientras revolvemos y dejamos que todo se dore sin prisa, aprovecha para pensar en el plato principal que pronto llenarás de sabores. Un sencillo arroz con legumbres que no te deja indiferente es como un abrazo en forma de comida. Recuerda, el secreto está en mover justo cuando el pimiento rojo empieza a brillar.
Cuando las verduras estén sonrientes y bien pochadas, es momento de invitar a las pechugas de pollo a la fiesta de sabores. Déjalas dorar un poco por ambos lados, como esos días de playa donde buscas el bronceado perfecto.
Si te animas, añade el toque mágico con tomates triturados y un buen pimentón. Surgen colores y aromas que te harán sentir en casa un domingo al mediodía. Y ahora, sigamos con alegría este viaje culinario que es un sencillo arroz con legumbres.
Ahora le toca el turno al arroz, ese gran aliado de los platos caseros. Añade los 300 gramos de arroz SOS Tradicional a la mezcla, pero no solo lo eches y ya, dale una buena removida. Esto no solo mezcla sabores, sino que nos asegura que el arroz esté bien impregnado de alegría.
Mientras remueves, siente cómo ya empieza a oler a un domingo en casa, ese olor tan reconfortante. No hay prisa, disfruta del proceso. Por cierto, si alguna vez te quedaste pegado a la cacerola, sabrás que remover es el truco para evitarlo. ¡Bienvenido al camino de un sencillo arroz con legumbres que no te dejará indiferente!
Es momento de darle vida a esta receta de pollo con garbanzos y arroz. Añadimos el caldo calentito, acompañado del comino y la cúrcuma. Estas especias son el secreto para un sencillo arroz con legumbres que no te dejará indiferente. Cocinamos durante unos 15-17 minutos, dejando que el caldo haga su magia.
Si te da por cerrar los ojos, probablemente te llegue el olor a domingo familiar mientras el arroz se va cocinando. Cuando veas que empieza a tomar color, ya sabes que vas por buen camino. ¡Lo que bien empieza, bien acaba!
Estamos en la recta final y este es el momento mágico en que nuestro sencillo arroz con legumbres está por alcanzar la gloria. Cuando el arroz esté casi listo, es el turno de añadir los garbanzos. Date el gusto de ver cómo se mezclan con el resto de ingredientes, haciendo homenaje a la auténtica cocina española.
Es el momento de dejar que los garbanzos se integren con cariño, sintiendo que este plato principal cobra vida propia. Además, ¡sin gluten para que todos puedan disfrutar sin preocupaciones!
Una vez que el arroz con pollo y garbanzos ha hecho su magia en la cazuela, te sugiero que lo dejes reposar unos minutitos. Esto le dará tiempo a los sabores para intensificarse. Mientras tanto, aprovecha para picar un poco de perejil fresco, que le dará ese toque verde y fresco que todos adoramos.
Y ahora, viene el momento estelar: el emplatado. Sirve el arroz con cariño en un plato bonito, decóralo con el perejil y, ¡voilà! ¿Notas ese olor a domingo familiar? ¡Buen provecho!
En Arroz SOS, creemos en el poder de combinar sabores y beneficios saludables en cada receta. Como en esta receta de pollo, garbanzos y arroz, un viaje de sabores, texturas y aromas que no solo satisfarán tu hambre, sino que también deleitarán tu espíritu. ¡Que te aproveche!
Y si esta receta te ha dejado con ganas de más, te recomiendo que pruebes el arroz con garbanzos, receta de la abuela, un plato de garbanzos de bote con arroz y chorizo que te sorprenderá, o por qué no darle un toque internacional a tu mesa con el koshari egipcio de arroz, garbanzos y lentejas. ¡Te van a encantar!