El arroz con menestra deliciosa es una de esas recetas que te abrazan desde el primer bocado. Imagínate la suavidad del arroz SOS Largo, siempre perfecto, con el saborcito de las verduras de temporada y ese toque irresistible de la pechuga de pollo. Pues eso, ¡un plato para repetir una y otra vez! Además, es una opción saludable y fácil de preparar que estará lista antes de que te des cuenta.
¿Preparado para cocinar? Lo primero, asegúrate de tener todo a mano. Pica la cebolla y el ajo, trocea la pechuga de pollo y abre el bote de menestra de verduras. No te olvides del caldo de verduras, que es el alma de este arroz. Ten la sartén a mano y tu AOVE de confianza listo para bailar. ¡Ponte el delantal y vamos a por una receta fácil, sabrosa y de las que siempre apetecen! Y por si te quedas con ganas de seguir probando, te recomiendo mi favorita personal: el arroz con verduras caldoso o un clásico como el arroz integral con verduras.
Antes de sumergirte en esta deliciosa receta de arroz con menestra, dedica un instante a organizar tus ingredientes. Corta la cebolla y los ajos como si fueras a darles un paseo en la sartén, escurre bien la menestra de verduras y corta la pechuga de pollo en trozos pequeños. ¡Pon ese caldo de verduras al fuego y deja que empiece a calentar su esencia!
Este pequeño paso hará que todo fluya con mucha más facilidad y créeme, ahorrarás tiempo y estrés. Al igual que al preparar una buena paella, aquí lo importante es el mimo y la coordinación en todos los ingredientes. ¡Así que manos a la obra y prepáralos con cariño!

Comienza calentando un buen chorro de aceite de oliva virgen extra en una cacerola. Cuando el aceite esté caliente, añade la cebolla picada. Tómate tu tiempo, unos 7 minutos a fuego medio, para que la cebolla se dore con tranquilidad y aroma a cocina de domingo.
A continuación, incorpora los ajos cortados en tiras finas. Remueve de vez en cuando, como si estuvieras contando una buena anécdota en tu cocina, y deja que se cocinen por otros 10 minutos. La combinación del ajo y la cebolla debe llenarte la cocina de ese olor irresistible.

Vamos a darle cariño al pollo. En una sartén, añade un chorrito de AOVE y, cuando esté caliente, echa los trozos de pollo. Espolvorea con un poco de pimentón dulce. No te preocupes si chisporrotea, es buena señal. Revuelve hasta que el pollo se dore. Imagínate esos olores invadiendo la cocina.
Luego, llega el turno de la menestra. Añádela a la sartén. Como yo siempre digo, una buena menestra de verduras es la clave de un plato saludable. Agrega 150-200 ml de caldo y mezcla bien. Deja que todo se una durante 2-3 minutos. Este es el momento en que todos los sabores se abrazan. Todo listo para reservar.

En esa cacerola perfumada por la cebolla y el ajo, es el momento de agregar el arroz. Dale un par de minutos de cariño removiéndolo, hasta que los granos estén bien impregnados del sabor. ¿A quién no le gusta ver el arroz dorarse ligeramente antes de seguir? Aprovecha ese instante para sentir que huele a domingo en casa.
Ahora, en un ritual casi terapéutico, ve añadiendo el caldo caliente poquito a poquito. Remueve de vez en cuando, como si de un lento vals se tratara. A medida que el arroz lo beba todo, sigue incorporando más. Y así, con paciencia, hasta que el arroz esté tierno y listo para conquistar.

Imagina que estás montando una pequeña obra de arte comestible. Coloca el arroz en el centro del plato como si fuera el lienzo sobre el cual se construirá toda la maravilla culinaria. Esta base no solo sostiene el plato, sino que le proporciona su esencia firme y reconfortante.
Ahora, con cariño, corona esa base de arroz con nuestra estrella: la suculenta mezcla de pollo y menestra de verduras. Cada cucharada combina lo sabroso de la carne con el frescor de las verduras. Y sí, sirve bien calentito para disfrutar de un plato que reconforta y despierta el apetito. Bon appétit.

El arroz con menestra es una de esas recetas que te salvan la semana. Tiene todo lo que buscamos: ingredientes fáciles, una elaboración sin complicaciones y un resultado delicioso que gusta a toda la familia. Además, es una forma estupenda de comer más verduras sin renunciar al sabor.
Si te ha gustado esta propuesta, te animo a que sigas probando con otras combinaciones. Puedes echar un vistazo a este clásico arroz de pollo o animarte con un guiso de quinoa, perfecto para los días que quieres comer más ligero. La cocina casera no tiene por qué ser complicada. A veces, solo necesitas buenos ingredientes y un poco de mimo para conseguir platos que reconfortan y alimentan. Para explorar otros sabores, te recomiendo echar un vistazo al arroz con alcachofas y verduras, una receta de arroz con verduras fácil para niños, o este sabroso arroz con pollo en caldo que nunca falla.