El arroz con menestra es una de esas recetas que reconforta desde el primer bocado. Una opción saludable, sencilla y muy versátil que puedes tener lista en poco tiempo. Perfecta para quienes buscan platos completos sin complicarse, esta receta combina la suavidad del arroz SOS Largo con la riqueza de las verduras de temporada y el toque sabroso del pollo.
Además, es ideal tanto para el día a día como para una comida ligera en familia, y puedes adaptarla fácilmente con lo que tengas en la nevera. Y si quieres seguir explorando recetas, no te pierdas nuestro arroz con verduras o el este delicioso arroz con pescado de roca.
¡Ponte el delantal y vamos a por una receta fácil, sabrosa y de las que siempre apetecen!
Antes de cocinar, asegúrate de tener todo a punto: corta la cebolla y los ajos, escurre la menestra de verduras, corta el pollo en trozos pequeños y pon el caldo a calentar en un cazo aparte. Estos detalles te facilitará mucho el proceso y es solo un momento.
En una cacerola con aceite de oliva virgen extra, añade la cebolla picada y cocínala a fuego medio durante unos 7 minutos. Luego incorpora los ajos en tiras finas y deja que se cocinen otros 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
En otra sartén, saltea el pollo troceado con un poco de aceite y pimentón dulce hasta que esté bien dorado. Añade la menestra escurrida, remueve bien y vierte unos 150–200 ml de caldo. Cocina todo junto durante 2-3 minutos y reserva.
En la cacerola de la cebolla y el ajo, añade el arroz y rehoga un par de minutos. Luego, incorpora el caldo caliente poco a poco, removiendo de vez en cuando. Sigue añadiendo caldo a medida que se absorba, hasta que el arroz esté tierno.
Coloca el arroz en el plato formando la base de este plato. En ese hueco, coloca la mezcla de pollo y menestra. Sirve caliente y disfruta de un plato saludable y reconfortante.
El arroz con menestra es una de esas recetas que te salvan la semana. Tiene todo lo que buscamos: ingredientes fáciles, una elaboración sin complicaciones y un resultado delicioso que gusta a toda la familia. Además, es una forma estupenda de comer más verduras sin renunciar al sabor.
Si te ha gustado esta propuesta, te animo a que sigas probando con otras combinaciones. Puedes echar un vistazo a este clásico arroz con pollo o animarte con un guiso de quinoa, perfecto para los días que quieres comer más ligero. La cocina casera no tiene por qué ser complicada. A veces, solo necesitas buenos ingredientes y un poco de mimo para conseguir platos que reconfortan y alimentan.