El arroz con alcachofas y pollo es esa receta casera que vale tanto para una comida familiar como para una cena con amigos. Este plato es un acierto asegurado que aporta tradición y simplicidad a cada cucharada.
¿Listo para ponerte el delantal? Antes de comenzar, asegúrate de tener todo a mano: los muslos de pollo deshuesados y el arroz SOS serán tus mejores aliados, mientras las verduras, como los pimientos y el tomate rallado, aportarán un toque de color y sabor fresco. Con un chorrito de AOVE y unas hebras de azafrán, tu cocina empezará a llenarse de un aroma irresistible. ¡Ah! Y no te preocupes si el arroz no sale perfecto a la primera; como bien sabes, practicar es la mejor receta para el éxito.
Por cierto, si te apetece seguir explorando delicias culinarias, te recomiendo probar la paella de costillas y alcachofaso el sabrosoarroz con conejo y alcachofas. ¡Te encantarán tanto como a mí!
Antes de lanzarte a cocinar, limpia las alcachofas con cariño, quitando las hojas duras y sumérgelas en agua con limón. Si tienes dudas, recurre a nuestro artículo sobre cómo limpiar las alcachofas.
Trocea los contra muslos de pollo en piezas amigables y corta los pimientos en brunoise. Pica la cebolla y los ajos finamente, y ralla el tomate como si fueran secretos de un buen plato. Mide el pimentón y prepara unas hebras de azafrán, dignas del mejor cocinero de la familia. Prepara todo y sabrá a gloria.
Pon aceite de oliva virgen extra (AOVE) a calentar en la paellera. Añade las alcachofas y disfrútalo mientras chisporrotean, dorándose despacito. Este truco les da ese toque crujiente que, junto al sabor del agua de cocción de alcachofas, es lo que hace que el arroz con alcachofas y pollo sea inolvidable.
Seguidamente, agrega el pollo troceado. Asegúrate de dorarlo bien por fuera, viendo cómo la carne adquiere un color apetitoso. Cuando esté listo, retira tanto el pollo como las alcachofas. Este paso es crucial para que el arroz absorba todos los sabores. ¡Confía, el resultado te hará sonreír!
En la misma paellera donde doraste el pollo, añade los ajos, la cebolla y esos coloridos pimientos picados. Sofríe todo a fuego medio unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando para que las verduras no se te peguen. Cuando estén tiernas y bien amistadas, incorpora el tomate rallado y deja que todo se acople por 5 minutos más.
Espolvorea una cucharada de pimentón dulce y remueve enseguida para evitar que se queme. El sofrito es el alma de este plato, así que ponle amor y paciencia, porque de aquí depende que tu plato respire ese sabor casero que tanto nos gusta.
Llegó el momento de agregar el ingrediente estrella, el arroz. Esparce los 240 g de arroz SOS Especial Paella con cariño sobre la paellera. Date el gusto de removerlo un poco, pero despacito, para que se empape de los ricos sabores del sofrito.
Deja que el arroz repose un rato en la paellera, como quien deja respirar al buen vino, y sube el fuego a medio-alto. Esto permitirá que nuestros granos empiecen a cocinarse a paso firme.
Vierte el caldo de pollo caliente sobre el arroz. Distribuye con cariño el líquido dorado y remueve ligeramente: queremos que el arroz comience a absorber todos esos sabores. Añade la infusión de azafrán y una pizca de sal —justo lo que necesita para sacar su mejor cara—. Deja que todo hierva unos minutos y sientas cómo el aroma invade la cocina.
Tras ese primer hervor, incorpora las alcachofas que guardaste. Reparte bien y baja el fuego un poco. Deja que se cuezan juntas durante unos minutos. Finalmente, coloca los trozos de pollo donde veas que quedan más bonitos; terminarán su cocción con todo el sabor del caldo.
Bueno, ya tienes el fuego apagado, es momento de un truco que marca la diferencia: cubre la paellera con un paño limpio. ¿Por qué? Porque este descanso hace que el arroz con alcachofas y pollo absorba todos esos deliciosos jugos y quede húmedo, pero con el punto justo de firmeza. ¡Es casi mágico!
Ahora, la presentación. Un poco de perejil fresco picado es la guinda del pastel, y si te apetece darle frescura, unas rodajas de limón vendrán de perlas. Este toque final no solo transforma el aspecto, sino que también intensifica su sabor.
Preparar un arroz con alcachofas y pollo es una experiencia que combina tradición y sabor con un toque de creatividad. Utilizando ingredientes frescos y el arroz SOS Especial Paella, obtendrás un plato lleno de matices y texturas que conquistará a todos en la mesa.
Si te ha gustado esta receta, te invitamos a descubrir otras propuestas que incorporan ingredientes únicos, como nuestro delicioso arroz con habas y alcachofas o el irresistible arroz con costillas y alcachofas. Ambos platos destacan por su autenticidad y son perfectos para quienes buscan explorar nuevas formas de disfrutar del arroz.
Recuerda que el secreto de un buen arroz está en el equilibrio de sabores y la elección de los mejores ingredientes. Con SOS, la calidad está garantizada. ¡Anímate a probarlo y sorprende con un plato lleno de sabor y tradición! Y si tienes ganas de seguir experimentando, no te pierdas la receta de arroz con conejo y alcachofas, la maravillosa paella de pulpo y alcachofas.