Este arroz a la milanesa es de esos platos que reconfortan incluso antes de probarlo. Con ingredientes sencillos, pero cocinados con mimo, el resultado es una delicia para los sentidos. Imagina un sofrito de cebolla suave, el arroz SOS Especial Risotto absorbiendo el caldo gota a gota, el aroma del azafrán inundando la cocina y, por supuesto, ese toque final con queso parmesano que lo envuelve todo. Cremoso y delicado, es una de esas recetas donde la simplicidad se convierte en arte culinario.
Prepararse para esta maravillosa receta es más fácil de lo que crees. Hazte con un buen caldo de pollo —si es casero, mejor—, y asegúrate de contar con todos los ingredientes a mano. Mientras el vino blanco y las hebras de azafrán se encargan de añadir ese aroma irresistible, tú irás tachando ingredientes de la lista, disfrutando de cada paso del proceso. Además, si te quedas con ganas de más delicias italianas, te recomiendo echar un vistazo a este risotto con trufa negra y a esta receta de arroz con azafrán. ¡Te aseguro que no te decepcionarán!
¿Listo para mimar a tu arroz a la milanesa desde el primer momento? Comienza picando media cebolla en brunoise; así se integra mejor en nuestro plato italiano. Ralla generosamente queso parmesano y guárdalo en un bol para el final, será nuestro toque maestro para un arroz con azafrán inolvidable.
Saca la mantequilla de su frío refugio y mide aquellos 300 g de Arroz SOS Especial Risotto. Prepara también el caldo de pollo, calentito y listo para entrar en acción. ¿Vino blanco seco, sal y pimienta negra molida a mano? Perfecto, con estos ingredientes, más las especias como azafrán, lograrás un plato principal que inspire nostalgia y celebración.

Enciende el fuego y, en una sartén amplia, derrite la mitad de la mantequilla. Añade la cebolla picada y déjala pochar a fuego medio mientras empiezan a salir esos aromas dulces que hacen que la cocina huela a domingo. Hazlo con paciencia, que la cebolla nos da toda su magia suavemente.
Si quieres un truquito de cocina, aquí tienes la técnica secreta de los chefs para pochar la cebolla. No te cortes en probarlo, el toque de cebolla es clave para un arroz a la milanesa irresistible.

Venga, es hora de que el arroz sea el protagonista de esta función. Incorpóralo a la sartén y dale un par de vueltas para que se empape bien de todo ese sabor. No te asustes si empieza a brillar como una estrella, eso es justo lo que queremos, como un buen risotto italiano.
Ahora, la magia del vino blanco entra en acción. Lo viertes y dejas que el vapor se lleve el alcohol, pero dejando el saborcito. Esto dará un giro de guion que llevará tu arroz milanesa a otro nivel, porque ¿quién no adora ese toque especial? ¡Es puro teatro culinario!

Vayamos despacio, que aquí es donde la magia comienza. Empieza añadiendo el caldo caliente cucharón a cucharón, mezclando suavemente. Este es el secreto: mientras el arroz lo absorbe, va liberando esa cremosidad que a todos nos encanta en el arroz a la milanesa. ¿Quién no ha oído eso de que el arroz lo pide suave?
En cuanto lleves la mitad de la cocción, sobre los 10 minutos, incorpora el azafrán infusionado. Observa cómo el caldo se llena de vida y el risotto se convierte en un delicioso arroz con un color dorado y un aroma cautivador. ¡Es un verdadero espectáculo para los sentidos!

Ahora es el momento de darle a nuestro arroz a la milanesa su carácter inconfundible. Tras unos 18-22 minutos de cocción amorosa, llegó la hora de añadir el resto de la mantequilla y el parmesano. ¡Lo sé, suena a fiesta! Remueve con cariñito, ajusta de sal y pimienta, y deja que todo se funda en una especie de abrazo cálido y untuoso.
Con sólo cinco minutos más de reposo, tendrás un plato de arroz dorado y especiado que acaricia el alma como un buen risotto debe hacerlo. Confía en el proceso y verás cómo se convierte en tu nueva receta estrella. ¿Quién podría resistirse a este plato italiano en su máxima expresión?

Con esta receta de arroz a la milanesa, demuestras que no hacen falta complicaciones para cocinar algo inolvidable. Solo ingredientes que hablen por sí solos, tiempo para cuidarlos y, por supuesto, un arroz que esté a la altura. Y ahí es donde entra Arroz SOS Especial Risotto: cremoso, delicado y perfecto para absorber cada matiz del caldo y el azafrán.
Ideal para cuando te apetece algo reconfortante, especial y fácil de preparar, este risotto milanés te conecta con la tradición italiana desde tu cocina. Si te quedas con ganas de más, puedes seguir explorando con recetas como el risotto frutti di mare o el risotto ai funghi.
Porque cuando cocinas con Arroz SOS, cada plato tiene algo que contar. Y si te apetece seguir jugando con nuevas recetas, te sugiero que pruebes el arroz con pollo, el arroz con pollo al caldo o, para algo realmente rápido, el arroz blanco en microondas.