Ah, el arroz chaufa, ese clásico de la cocina peruana que nos conquista con su mezcla celestial de sabores chifa. Es como un abrazo en forma de plato, con el arroz como actor principal, acompañado por trocitos de pollo, huevos revueltos y un chorrito de salsa de soja para darle la vuelta a su sabor. Perfecto para una cena fácil y rápida que te hará viajar a Perú desde la comodidad de tu hogar.
Antes de ponerte el gorro de chef, asegúrate de tener a mano un buen Arroz SOS Largo, que te ayudará a conseguir esa textura de grano suelto y perfecto para el salteado. Y, si tienes un wok, el arroz chaufa quedará tan delicioso que te parecerá que lo preparó un maestro en la cocina.
Para seguir disfrutando de preparaciones sencillas que nos conectan con el sabor casero, te recomiendo probar el arroz amarillo con pollo en thermomix que es delicioso y fácil de preparar o el arroz con brócoli y pollo. ¡Ambas opciones son tan sabrosas que seguro querrás repetir!
Antes de encender el fuego, es vital armarse bien en nuestra cocina. Lava y corta en brunoise la cebolla para que se mezcle a la perfección en el sofrito. El jengibre será tu aliado secreto: rállalo con cariño y resérvalo para sazonar tu arroz chaufa con ese toque tan especial.
Bate los huevos en un bol y apártalos; serán protagonistas en poco tiempo. Calcula la cantidad perfecta de salsa de soja y ají amarillo. No olvides picar el cilantro fresco como toque final y ten a punto esos 200 g de Arroz SOS Largo, que te aseguro marcarán la diferencia.
Vamos a darle mimo al arroz, auténtico protagonista de nuestro plato, porque nadie quiere un arroz pasado ni crudo. Llena una olla con agua, deja que burbujee con energía, y añade el arroz SOS Largo. Dale entre 11 y 13 minutos para que se cocine a la perfección. ¿Listo? ¡Vamos al siguiente paso!
Una vez cocido el arroz, es crucial que lo pases por agua fría, como si le dieras una ducha refrescante. Esto detiene la cocción y evitará el temido apelmazamiento. Ahora, con los granos sueltos, reserva tu arroz, pues pronto formará parte del delicioso arroz chaufa que todos amamos.

Vamos a darle vidilla a esos huevos en la sartén. Pon un poco de aceite, como cuando empiezas a freír unas patatas. Ahora, a fuego medio-alto, vierte los huevos batidos y muévelos constantemente. El truco está en que queden jugosos, ni muy secos ni muy líquidos, ¡como el punto perfecto del café!
Cuando los veas ligeramente dorados, será el momento de retirarlos del fuego. Colócalos en un plato y déjalos descansar un rato. No te preocupes si tus huevos no parecen de chef, el arroz chaufa es muy indulgente. Prepárate para el siguiente paso, porque esto solo acaba de empezar.

¿Listo para darle chispa al arroz chaufa? En la misma sartén, añade un poco más de aceite si lo pide. Echa los trozos de pollo y ese jengibre que has rallado. Imagina que cocinas para impresionar: fuego medio-alto hasta que el pollo grite ¡aquí estoy!, doradito y aromático.
Cuando el pollo ya huela a domingo familiar, como cuando el aroma te transporta a esos almuerzos con risas, es momento de retirarlo. Resérvalo con el revuelto de huevos. Con este truco, el arroz chaufa se convierte en el plato estrella de tu cocina casera con esencia peruana.

Vamos a darle un toque especial al mismo tiempo que sofreímos una cebolla. ¿Sabías que el truco está en dejarla doradita sin prisa? Añade un poco más de aceite, y cuando la cebolla esté en su punto justo, introduce el arroz cocido. Remueve bien para que los sabores se abracen.
Ahora es momento de añadir la salsa de soja y el ají amarillo. Mezcla todo con mimo para que cada grano de arroz se impregne. Cocina durante unos minutos a fuego medio-alto, permitiendo que el arroz absorba todos esos deliciosos sabores. ¿Ves lo fácil y sabroso que es este paso?

Vamos, ya estamos en la recta final. Incorpora esos trocitos de pollo doradito y el jugoso revuelto de huevo al arroz que ya está en la sartén. Muévelo con suavidad, como si estuvieras meciendo una cuna. Así evitarás romper el arroz o desmenuzar el huevo. Todo debe quedar bien integrado para esta fiesta de sabores.
El momento de servir ha llegado, y no hay mejor manera de hacerlo que con estilo. Coloca el arroz chaufa en platos individuales, o si te sientes generoso, en una fuente grande para compartir. Dale el toque final espolvoreando cilantro fresco. Confía en mí, esa frescura y aroma no tienen pérdida. ¡Listo para disfrutar! ¡Siéntate en la mesa y disfruta! ¡Este plato merece concentrarse en cada bocado!

El arroz chaufa es una receta que triunfa por su equilibrio sabroso y nutritivo, perfecta para cualquier momento. Esta combinación de arroz, pollo y huevo te da proteínas de calidad y energía que dura, mientras que la salsa de soja y el ají amarillo le dan ese toque especial que hace que todo sea más rico.
La nutricionista María Lazo nos cuenta que esta receta no solo es deliciosa, sino que además es muy interesante a nivel nutricional: «El arroz chaufa es una fantástica fuente de hidratos de carbono complejos, que te ayudan a mantenerte con energía todo el día. Además, el pollo y el huevo aportan aminoácidos esenciales, fundamentales para el desarrollo muscular y el cuidado de los tejidos. Y si te animas a añadir más verduras, aumentarás el contenido en fibra, vitaminas y antioxidantes, y tendrás un plato todavía más completo y balanceado.»
Si te ha encantado esta receta, te animo a probar el arroz con pollo peruano, otra delicia llena de tradición y sabor, o el arroz tapado, una genialidad para quienes buscan algo diferente sin dejar de lado el sabor auténtico.
Con Arroz SOS, cada plato se convierte en una experiencia de sabor y calidad. Atrévete a preparar esta receta y disfruta de un arroz chaufa casero lleno de tradición y valor nutricional. Y si quieres más, te recomiendo darle una oportunidad a este arroz con berberechos. Esta receta es una gran desconocida. ¡Hazte con ella!