La paella de pollo es uno de esos platos que nunca fallan. De los que se preparan sin prisas pero se comen sin dejar ni un grano en el plato. Tiene ese sabor a domingo, a comida en familia y a receta que se hereda de generación en generación. En esta versión, usamos arroz SOS Redondo para conseguir ese punto perfecto entre suelto y sabroso, y lo combinamos con pollo y verduras que le dan todo el carácter. El resultado: una paella casera, con ingredientes sencillos, pero que sabe a gloria.
Y si te quedas con ganas de más, te recomendamos probar también esta otra versión de arroz con pollo o esta otra de paella de pollo y verduras. ¡Ponte al delantal y que empiece la fiesta!
Antes de ponerte manos a la obra, asegúrate de tener todos los ingredientes listos y cortados. Trocea el pollo (muslos y contramuslos), pica el pimiento verde, los espárragos trigueros, los dientes de ajo y la cebolla. Ralla el tomate y mide las proporciones de arroz y caldo caliente. Esta organización te facilitará mucho el cocinado. Y si te apetece otro arroz con pollo diferente, puedes echarle un vistazo a nuestro arroz caldoso de pollo.
Calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra en tu paella y añade el pollo troceado salpimentado. Cocínalo a fuego medio-alto hasta que quede bien dorado por fuera. Este paso es clave para darle carácter al plato, ya que los jugos que suelta el pollo serán la base del sabor.
Incorpora las siguientes verduras: el ajo y la cebolla picada, el tomate rallado, el pimiento verde, las judías verdes. Agrega el pimentón dulce y remueve rápidamente para que no se queme.
Después agrega las judías y el garrofó. Todo en este orden y sofríe durante unos 5-6 minutos todo junto hasta que el tomate haya reducido. A mitad de cocción, incorpora los trocitos de espárragos.
Es el momento de nuestro protagonista, añade el arroz SOS Redondo y rehoga un par de minutos para que absorba los sabores del sofrito.
Utiliza una proporción de 2,5 a 3 partes de caldo por cada una de arroz. Después, agrega las hebras de azafrán infusionadas y viértelo sobre el arroz. Sube el fuego al máximo y deja que el arroz se cocine sin remover durante unos 8 minutos. Luego baja a fuego medio y cocina unos 10 minutos más, hasta que el arroz esté tierno y el caldo se haya absorbido casi por completo.
Cuando el arroz esté en su punto, retira la paella del fuego y tápala con un paño limpio. Deja reposar durante 5 minutos. Este pequeño descanso hará que el arroz termine de absorber el caldo y concentre aún más el sabor. ¡Listo para servir!
Cuando un plato une sencillez y sabor, se convierte en un imprescindible. Esta paella de pollo es justo eso: fácil de preparar, sabrosa y perfecta para compartir. Ideal para una comida en familia, un domingo con amigos o para darte un homenaje entre semana. Y lo mejor es que siempre apetece.
Si te has quedado con ganas de más ideas, echa un vistazo a nuestra receta de pollo al curry con arroz o a este reconfortante guiso de pollo con arroz. Dos formas más de disfrutar del pollo con arroz… ¡y todas buenísimas!