La paella de pollo es uno de aquellos clásicos que nunca pasan de moda. Esos que uno prepara con esmero, dejándose llevar por el aroma que llena la cocina y que luego se disfruta sin dejar ni un grano. Tiene ese inconfundible sabor a domingo en familia, a tradición que vas heredando y perfeccionando. Con el arroz SOS Redondo, logramos un equilibrio perfecto entre lo suelto y lo sabroso, acompañado de pollo y verduras que le dan un toque especial y familiar. El resultado, una paella casera y deliciosa, hecha con ingredientes simples, pero con un sabor que cautiva.
Ahora, antes de empezar, te recomiendo preparar tu espacio de trabajo y tener todos los ingredientes a mano. Así podrás concentrarte en disfrutar del proceso sin distracciones. No te olvides del arroz y las hebras de azafrán, que son el alma de nuestra paella. Cuando veas el ajo empezar a bailar en el aceite, sabrás que es el momento de añadir el resto de ingredientes. ¡No tengas prisa, deja que los sabores se mezclen a fuego lento y verás que merece la pena! Además, si estás con ganas de seguir explorando nuevos sabores, no dejes de probar la deliciosa receta de paella con gambones o la tradicional paella del senyoret. ¡Dos tesoros que no te puedes perder!
Antes de lanzarnos a la aventura culinaria, asegúrate de tener todos los ingredientes bien organizados y cortados. Trocea el pollo y recuerda: muslos y contramuslos dan ese sabor irresistible. Pica el pimiento verde, los espárragos trigueros, los ajos y la cebolla. Ralla el tomate y mide cuidadosamente las proporciones de arroz y caldo caliente. ¡Estar preparado facilita todo el proceso!
Y por si tienes un espíritu aventurero, echa un vistazo a nuestro arroz caldoso de pollo. Nada como estar listo para cocinar como un verdadero chef en casa. Verás que, al tenerlo todo a mano, te sentirás como si estuvieras reviviendo esos domingos de cocina en familia.
Comienza calentando generosamente aceite de oliva virgen extra en tu paellera favorita. Añade esos pedacitos de pollo ya salpimentados y cocínalos a fuego medio-alto. Busca que tengan ese dorado irresistible por fuera. Es justo aquí donde se empieza a fraguar el carácter y el sabor de esta deliciosa paella de pollo.
Al dorar el pollo, los jugos que suelta se convierten en una deliciosa base para el resto de ingredientes. Piensa que esos jugos son como el saludo aromático de bienvenida a tu cocina. ¡Así que no te apresures! Dale tiempo al pollo para que te regale su sabor distintivo.
Comencemos a darle vida a tu paella de pollo deliciosa añadiendo el ajo y la cebolla picadita. Cuando veas que el ajo empieza a bailar en la sartén, incorpora el tomate rallado, el pimiento verde, y las judías verdes. Añade también ese toque de pimentón dulce y remueve con ganas para evitar que se queme.
Una vez que el aroma invada tu cocina, suma las judías y el garrofó. Sofríe durante 5-6 minutos, dejando que el tomate reduzca y se convierta en una mezcla casi mágica. A mitad de este proceso, echa los espárragos troceados para darles tiempo de ablandarse y liberar su sabor único.
Es el turno del invitado especial de nuestra paella de pollo deliciosa: ¡el arroz Arroz SOS Redondo! Añádelo sin temores y revuélvelo suavemente en la sartén durante un par de minutos. Con este pequeño paseo en la fiesta de sabores, el arroz absorberá lo mejor del sofrito.
En este paso clave, puedes sentir cómo el aroma empieza a transformarse y a llenar la cocina, casi como un domingo de esos que se recuerdan con cariño. Este toque de pimentón y las hebras de azafrán harán magia, ¡no te pases con la cantidad, solo un poquito!
Aquí viene uno de esos momentos que define si la paella será memorable o solo un intento más. Es momento de añadir caldo y dominar el fuego como todo un maestro. Recuerda, la magia está en la proporción de 2,5 a 3 partes de caldo por cada parte de arroz SOS. Nadie dijo que fuera sencillo, pero tampoco es física cuántica, ¿verdad?
Agrega las hebras de azafrán infusionadas para dar ese aroma a domingo en familia. Asegúrate de subir el fuego a tope y permitir que el arroz baile sin ser molestado durante 8 minutos. Luego, baja un poco el ritmo y deja que todo se cocine tranquilamente a fuego medio durante unos 10 minutos más. Conseguir que el arroz absorba casi todo el caldo sin pasarse es el truco del almendruco.
Cuando el arroz ya está en su punto, es el momento de apagar el fuego y cubrir nuestra paella de pollo con un paño limpio. Dale un descansito de cinco minutos para que el arroz absorba el caldo restante. Esto no solo realza el sabor, sino que también deja todo listo para disfrutar.
Este pequeño paréntesis le da tiempo al arroz para asentarse, concentrando aún más los sabores del pollo, el pimiento y las judías. ¿Ves? A veces esperar un poco nos recompensa con una explosión de sabor. ¡Y ahora sí, a la mesa y a disfrutar de este plato principal tan tradicional!
Cuando un plato consigue unir lo simple con lo delicioso, se convierte en un clásico infalible. Así es esta paella de pollo: fácil de preparar, deliciosa y perfecta para compartir. Ideal para una comida familiar, un domingo entre amigos o incluso para darte un gustazo a mitad de semana. Lo mejor es que siempre resulta apetecible.
Si después de esta delicia te has quedado con ganas de más, te recomiendo probar nuestra receta de pollo al curry con arroz o el reconfortante guiso de pollo con arroz. Son dos maneras más de saborear el dúo de pollo con arroz… ¡y ambas son deliciosas!
Y si me permites una última sugerencia, no te pierdas la receta fácil y deliciosa del arroz con pollo frito, la fideuà con pollo, sabrosa y deliciosa, o el arroz con pollo a la cerveza.