¡Bienvenidos al mundo del arroz con frijoles! Este plato, sencillo en apariencia pero rico en sabor y tradición, es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Una receta para disfrutar con cada bocado, donde el arroz blanco se encuentra con los frijoles en un abrazo de texturas y sabores que recuerdan a la cocina de casa, esa que te arropa y te llena el alma. Perfecto para cualquier día de la semana.
Antes de lanzarte a la cocina, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano: el arroz SOS, los frijoles, el tomate frito, las especias y esas cositas que le dan sabor a la vida. Planifica unos minutos para picar bien la cebolla y el ajo, que serán el inicio de nuestro sofrito. Esto es cocina vivida, así que tómate tu tiempo y disfruta del proceso.
Y antes de que te pongas a cocinar, una pequeña recomendación personal: no te pierdas la receta de tomates rellenos de arroz, que es una explosión de sabor veraniego, o bien échale un ojo a esta ensalada de arroz con atún y tomate, ideal para esos días en que buscas algo ligero pero delicioso. ¡Probarlas es querer repetir!
Antes de empezar a cocinar nuestro delicioso arroz con frijoles, asegúrate de tener todo en orden. Frijoles negros o rojos, 250 g de arroz SOS, tomate frito, cebolla, ajo, pimiento, aceite de oliva, pimentón, orégano, comino, laurel, cayena para un toque picante y sal son tus aliados. Ya verás, estos ingredientes son una fiesta de sabor.
Interesante dato: los frijoles no son solo un ingrediente sabroso, sino uno de los alimentos más consumidos del mundo. Si usas frijoles secos, remójalos la noche anterior para que salgan tiernos, firmes y llenos de textura. Cocina los frijoles durante unos 25 minutos y el arroz en otra cazuela durante 18 minutos. Sencillo, ¿verdad?

¿Listo para darle a este plato su esencia? En una sartén amplia, echa un buen chorro de aceite de oliva. Cuando el ajo comience a bailar, incorpora cebolla picada. Déjala que se poche a fuego medio, removiendo con mimo, como si estuvieras acunando el aroma de un buen domingo en familia.
Ya con la cebolla traslúcida como cristalito, añade tomate frito, una chispa de cayena si te atreves, y las especias: pimentón, orégano, comino. La hoja de laurel será la guinda del aroma. Deja que el conjunto sueñe a fuego lento, poblando la cocina de olores que despierten memorias.

Imagina que cada frijol es un bailarín y el sofrito, la pista de baile. Añade con cariño los frijoles cocidos a la sartén, moviéndolos suavemente para que se empapen del sabor sin perder su forma. Cocínalos a fuego bajo unos minutos, hasta que los aromas estén tan unidos como los domingos en familia.
Cuando llegue el momento de servir, coloca primero una base de arroz blanco y cubre con los frijoles impregnados del sofrito. Esta es tu oportunidad de darle un toque personal: una pizca de perejil picado o cebolla crujiente puede ser el broche perfecto. Ahora solo queda disfrutar el plato como si fuera un día festivo.

El arroz con frijoles es mucho más que una receta cubana: es una celebración de los sabores humildes y bien hechos, de esos que llenan el plato y reconfortan el alma. Con ingredientes sencillos, un buen sofrito y arroz en su punto, este plato demuestra que no hace falta complicarse para disfrutar de una comida sabrosa, equilibrada y llena de historia.
Gracias al Arroz SOS Redondo, que se mantiene suelto y con textura, conseguimos el contraste perfecto con la cremosidad de los frijoles y la intensidad del sofrito. Ideal para el día a día, pero también para compartir y sorprender.
Si te ha gustado esta receta, te animamos a probar otras propuestas llenas de sabor como el ají de gallina, con todo el carácter de la cocina peruana, o este arroz mexicano, lleno de color y matices.
Porque con Arroz SOS, cada receta es una oportunidad para disfrutar del sabor auténtico. ¿Te animas a prepararla? Y si ya te ha picado el gusanillo del arroz, no te pierdas la oportunidad de probar la deliciosa receta de arroz vegano, el sabroso arroz vegetal, y muchas más opciones que te harán querer cocinar.