Pocas recetas son tan universales y queridas como el arroz con pollo. Un plato completo, reconfortante y lleno de sabor, perfecto para cualquier ocasión, desde una comida de diario hasta una celebración improvisada. Lo mejor es que no necesitas ingredientes sofisticados ni mucho tiempo en la cocina: con arroz SOS, unos buenos muslos de pollo y una base de verduras, tienes el éxito asegurado.
Si te gusta innovar con esta combinación ganadora, te recomendamos echar un vistazo a nuestro arroz con pollo bourbon, con un toque diferente y delicioso, o este irresistible arroz con pollo frito que nunca falla. ¡Sigue leyendo y ponte el delantal, que vamos a cocinar!
Antes de lanzarnos al cocinado, asegúrate de tener todo a mano y listo para usar. Corta la cebolla en trozos pequeños, el pimiento verde en dados y lamina finamente los ajos. Ten también listos los muslos de pollo y el tomate triturado. Es un buen momento para poner el caldo a calentar en un cazo, porque lo necesitaremos bien caliente al añadirlo al arroz. Y si estás buscando otra receta con esta dupla tan potente, no te pierdas nuestro guiso de pollo con arroz, una versión más de cuchara y súper reconfortante.
Comienza calentando un buen chorro de AOVE en una sartén amplia. Añade la cebolla bien picada y deja que se cocine a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando. Este primer paso es clave para construir una base sabrosa.
Pasado ese tiempo, incorpora los ajos en láminas finas y el pimiento verde en trozos pequeños. Remueve bien para que se integren y sigan soltando su aroma. Añade sal y una cucharadita de pimentón dulce. Todo junto debe cocinarse unos minutos más hasta que las verduras estén tiernas.
Lleva los muslos a la sartén con las verduras. Este paso es clave para que el pollo quede jugoso por dentro. Sube un poco el fuego y dóralos por todos los lados, con paciencia y moviéndolos de vez en cuando para que cojan ese color tostado tan apetecible.
Incorpora el tomate triturado a la sartén y cocina unos minutos más. Mientras, el caldo de pollo sigue calentándose en la cacerola, lo usaremos bien caliente para que no corte la cocción del arroz.
Añade el arroz a la sartén y mézclalo con el sofrito para que se impregne de todos los sabores. Deja que se nacare durante un par de minutos antes de comenzar con el caldo.
Cuando el caldo esté hirviendo, ve incorporándolo poco a poco al arroz. Añade primero un par de cazos, remueve y repite cuando el líquido se haya absorbido. Continúa así hasta que el arroz esté en su punto.
Una vez el arroz esté cocido y con textura jugosa, retira del fuego y deja reposar unos 5 minutos con la sartén tapada. Sirve caliente y disfruta del aroma que llena la cocina.
Y ya lo tienes: Una receta que nunca falla, con ingredientes sencillos y resultado de diez. Si te apetece seguir dándole una vuelta a esta base tan versátil, puedes animarte con nuestro arroz con pollo peruano o dejarte sorprender por el toque especiado del arroz y pollo al curry. Dos ideas distintas, pero igual de sabrosas. Ahora solo queda servir, disfrutar y, si sobra… repetir.