El arroz con costra es un plato típico de la Vega Baja, pero también es un abrazo cálido hecho de ingredientes sencillos y mucho cariño. Este arroz, que huele a domingos en la casa de la abuela, mezcla a la perfección los embutidos, la carne de pollo y un inconfundible toque horneado que crea una costra de huevo irresistible. Es el compañero perfecto de reuniones familiares y celebraciones entre amigos.
Para ponerte manos a la obra, lo primero es asegurarte de tener a mano un buen arroz SOS Bomba, que es ideal para absorber todos los sabores y quedar en su punto justo. Productos que bien valen su peso en oro, especialmente cuando la cazuela entra al horno y el aroma del plato empieza a llenar la cocina. ¿Quién no ha quemado un arroz alguna vez? Pero no te preocupes, ¡con estos truquitos, hasta eso tiene remedio!
Y si te quedas con ganas de más, te sugiero probar el arroz con pollo y caldo o el arroz caldoso con pollo. Ambos son una delicia que llevarán tu amor por el arroz a otro nivel.
¡Manos a la obra! Antes de encender el fuego y dejarte llevar por los aromas, dedica unos minutos a organizar tu espacio. Trocea el pollo, la butifarra y la longaniza en partes iguales, para que se cocinen parejitas y le den ese toque sabroso al clásico arroz con costra, sin protagonizar demasiado.
La cebolla, por su parte, córtala en brunoise, que se integrará en el sofrito sin notarse demasiado. Pica finamente los ajos y ten a mano los ingredientes estrellas: arroz SOS Bomba, caldo de pollo caliente y AOVE. No olvides garbanzos cocidos, pan rallado, queso parmesano y los huevos, que juntos, formarán la deliciosa costra de este plato típico de la Vega Baja.
Vamos a darle un pequeño paseo a la longaniza blanca por la cazuela. En tu recipiente favorito para hornear, calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Añade esta joya cárnica y cocínala a fuego medio hasta que alcance un bonito tono dorado. Así, tu arroz con costra será una explosión de sabor inolvidable.
Una vez que la longaniza esté perfecta, casi para enmarcar, retírala y déjala reposar en un plato. Vale la pena esta pequeña espera, ¿quién dijo que preparar un plato típico de Alicante no requería un mínimo de suspense culinario? No te olvides de guardarla bien, que volverá al escenario más adelante.
En el mismo aceite que dejaste en la sartén, echa el pollo troceado y la butifarra. Dóralos por separado como si de un ritual se tratara, asegurándote de que queden con ese toque doradito irresistible. Cuando estén listos, los retiras y los reservas. Ahora, con mucho cuidado, añade un par de cucharadas de mantequilla y deja que se derrita lentamente, como quien saborea el domingo por la mañana.
El aroma a mantequilla derretida te irá avisando de que es momento de sumar la cebolla picadita y el ajo, ya sabes, esos ingredientes que dan vida a cualquier plato típico de la Vega Baja. Con un poco de sal, permite que se pochen con calma, casi como si quisieras que alcanzaran su mejor versión. Al final, reincorpora las carnes doradas y añade el arroz SOS Bomba. Remueve bien hasta que el arroz se impregne y recoja todo el sabor del sofrito. ¡No hay prisa!
Una vez hayas integrado todos los ingredientes, es el momento de agregar el caldo de pollo caliente. Hazlo con cuidado para que el arroz con costra pueda absorber todo el sabor del caldo como si de un abrazo cálido se tratara. ¿Quién puede resistirse a eso?
Mantén el fuego a nivel medio, evitando que el líquido se evapore demasiado rápido. No queremos que el arroz se quede seco antes de terminar, ¿verdad? Deja que todo se mezcle suavemente, permitiendo que los sabores se incorporen antes del paso final.
Con el aroma del arroz ya cocido llenando la cocina, es hora de darle ese toque tan especial de Alicante a nuestro plato. Añade los garbanzos que tienes cocidos, el huevo batido como si fuera para una tortilla, el pan rallado y esa generosa cantidad de queso parmesano rallado. Mezcla todo con suavidad para que cada sabor llegue a cada rincón del arroz.
Y ahora, enciende el horno a 190ºC si no lo has hecho ya. Coloca la cazuela en su cálido abrazo y deja que el tiempo y el calor hagan lo suyo por unos 12 minutos, hasta que veas la costra dorada que hará que tus comensales hagan bailar las cejas de emoción. ¡Cuidado con el horno, que no queremos que termine en desgracia este plato tan típico de nuestra querida Vega Baja!
¡El mejor momento ha llegado! Ya fuera del horno, deja que este arroz con costra típico de Alicante se relaje unos minutos. Luego, manéjate con decisión y sírvelo directamente de la cazuela o en platos hondos. Si te apetece darle un extra de color, un poco de perejil fresco viene de maravilla.
Este es el instante de saborear el trabajo bien hecho. Un plato principal que, sin gluten, te transportará al corazón de la Vega Baja. Abraza esa sensación de domingo en casa y disfruta. ¿Te atreves a experimentar con cada bocado? Pues ya está listo, ¡a disfrutar se ha dicho!
El arroz con costra es un auténtico tesoro de la cocina alicantina: delicioso, reconfortante y con una presentación que enamora a primera vista. La suma de embutidos, ese arroz que queda cremosito y el toque de gratinado en el horno lo vuelven en un plato ideal para celebraciones, reuniones familiares o simplemente cuando te apetece un mimo culinario.
Si te has quedado con ganas de más recetas de horno con aquello que sabemos nos hace bien, no te pierdas la paella valenciana, perfecta para ocasiones especiales, o nuestro arroz al horno, otro pilar de nuestra amada cocina mediterránea.
Ahora que tienes en tus manos todos los secretos para preparar este arroz con costra, solo te queda agarrar tu arroz SOS, poner el horno en marcha y disfrutar de una receta cargada de alma y tradición. ¡Buen provecho! Y si disfrutas como yo explorando nuevas recetas, te animo a probar el arroz caldoso de pollo, la sorprendente combinación de pollo y garbanzos con arroz.