Hoy te traigo un delicioso arroz con ajo, esa receta que parece simple pero que llena la cocina de un aroma irresistible. Ideal para cualquier día de la semana, este plato te salvará de más de un almuerzo.
Antes de ponerte manos a la obra, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano: el arroz SOS redondo, ajos frescos, laurel fragante y aceite de oliva virgen extra. Prepáralo con tiempo y parte de esa tranquilidad necesaria para dotar al arroz de ese toque meloso, perfecto para disfrutar en buena compañía.
Si te quedas con ganas de más, prueba el clásico arroz a banda o anímate con una reconfortante receta de arroz caldoso con bonito, ¡dos opciones que tampoco te dejarán indiferente!
Empezamos poniendo en orden tus ingredientes sobre la encimera. Asegúrate de tener a mano 200 gramos de arroz SOS redondo, cinco dientes de ajo, dos hojas de laurel, aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. El perejil picado al final será nuestra guinda verde. Una vez que tu cocina luzca como la despensa de un auténtico chef – o que se parezca algo algo –, nos lanzamos a la acción.

En una olla, pon a cocer el arroz SOS Redondo junto con dos hojas de laurel. Déjalo cocinar durante unos 13 minutos, ¡será tiempo bien invertido! Mientras el arroz se cuece, relájate y disfruta del proceso. Es la parte de la receta donde el arroz empieza a absorber todos esos sabores.

Aquí empieza la magia del arroz con ajo. Calienta un buen chorro de aceite de oliva en una sartén a fuego medio y añade los ajos picados. Escucharás ese chisporroteo tan tentador. Remueve constantemente para que se doren de manera uniforme y suelten su característico aroma, como si fuera un día de domingo en casa.
Es importante no descuidarlos, ¡que nadie quiere empezar de nuevo con olor a quemado! A medida que se van dorando, el ajo libera su sabor y empieza a impregnar el aceite. Así que no te distraigas.

Ahora es el momento de darle vida a ese sofrito. Agrega con confianza el arroz cocido, dejando que cada grano se tiña con el sabor del ajo y el aceite. Remueve con cariño.
Un pequeño truco: deja que el arroz repose unos minutos, permitiendo que los sabores se entrelacen. ¡No tengas prisa! Este es el instante donde el arroz con ajo realmente se convierte en un pequeño deleite. ¿Hueles ya el aroma?

Como toque final de nuestro arroz con ajo, dale un toque fresco y vibrante con perejil picado por encima. Este paso, aunque sencillo, añade un toque de color y sabor que hace que el plato sea más apetecible.
¡Listo para servir y disfrutar!

El arroz con ajo es ese tipo de receta que te hace sentir en casa con cada bocado, sin volverte loco en la cocina. Su aroma y sabor evocan la esencia de la gastronomía mediterránea, y es un acompañamiento perfecto para cualquier ocasión.
Y si estás en racha de experimentar con arroces, no te pierdas la diversión de probar el arroz mar y montaña , el exótico arroz con quinoa o la reconfortante receta clásica del arroz caldoso. ¡Momentos de placer gustativo garantizados!