El otoño se acerca y si el tiempo acompaña, el campo, y también las tiendas, comenzarán poco a poco a llenarse de setas. Existen muchas variedades de hongos y cada una de ellas aportará matices distintos de sabor a nuestros platos, pero todas ellas resultan muy agradecidas en la cocina. Así que, seas aficionado a salir al monte a recogerlas, o simplemente a recolectar setas entre los estantes de las tiendas, este es el momento de sacarles el máximo partido en la cocina. Apunta:
Limpieza: Es muy importante eliminar todos los restos de tierra, hojas, pequeñas ramitas… que puedan tener las setas, especialmente si las hemos recogido nosotros mismos. Límpialas con un paño húmedo, sin prisa y con mucha paciencia y si las vas a consumir en poco tiempo déjalas en un lugar fresco y seco, cubiertas con un trapo limpio. Otra forma de conservarlas, especialmente si se trata de níscalos o boletus recogidos por ti y que vas a tardar en consumir es hervirlos un minuto en agua con vinagre, escurrir y meter en la nevera, o bien someter las setas a un proceso de secado. Aunque, lo ideal es tratar de consumir las setas limpias y lo más frescas posibles.
Versatilidad: Sea cuál sea su especie, estos hongos tienen un carácter y sabor propio que hace que podamos consumirlos de forma muy sencilla, en un simple revuelto o incluso salteados tan sólo con algo de ajo y aceite de oliva para disfrutar bien de todos sus matices. En ese caso, un poco de arroz integral puede ser un perfecto acompañamiento para un plato sencillo y completo, o podemos servir las setas con unos buñuelos de arroz integral y calabacín, que aporten el punto vegetal a la combinación, sin quitarles protagonismo. Pero si lo que buscamos son platos más corales o complejos, los boletus, champiñones, setas de cardo…se adaptan perfectamente a risottos, estofados o guisos, a la altura de una ocasión especial. Por ejemplo en un arroz de pato y boletus.
Además, sirven tanto para preparaciones en caliente como templadas o en frío. Aceptan muy bien combinaciones de sabores tierra-mar. Por ejemplo en una ensalada de arroz con setas y gambas, pero resultan muy sabrosas también en preparaciones con carnes, y a menudo se sirven acompañadas de cerdo (jamón, carrilleras, costillas…). ¡Anímate con este arroz meloso de setas y cerdo que nos propone Karlos Arguiñano!
Mayor sabor: Elementos como el ajo, el perejil combinan y potencian el sabor de las setas. El vino blanco o tinto carameliza los jugos y complementa su sabor. El primero suele usarse en los risottos, el tinto puede ser una buena opción en guisos o platos de carne, como este arroz meloso con carrilleras y champiñones
No te quedes con las ganas y aprovecha todas las posibilidades de las setas, un manjar de otoño sabroso, versátil y muy agradecido en la cocina, que lo mismo te sirve para un roto que para un descosido. Un salteado o un revuelto de setas te pueden solucionar una cena rápida pero existen muchísimas opciones para prepararlas a diario o en un plato más elaborado para una ocasión especial. ¿Tú cómo las preparas? ¿Tienes algún truco para disfrutarlas? ¡Estamos deseando leer tus ideas en nuestros comentarios!