Ya lo dice la sabiduría popular: ‘un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio’. Porque hablemos del armario o del refrigerador, poner un poco de orden nunca viene mal. Organizar los alimentos de forma eficiente evitará que se estropeen rápidamente, que pierdan sabor y que tires tiempo y dinero a la basura, así que, ¡manos a la obra, a ordenar la nevera!

¿Cómo ordenar la nevera de forma eficiente?

Para empezar, evita llenar la nevera demasiado ya que eso afecta a su temperatura y puede estropear los alimentos. Recuerda, además, que todo lo que vayas a guardar debe estar tibio o frío. Si se trata de un guiso recién hecho, puedes introducir la olla en agua fría para bajarle la temperatura. En verano dejar enfriar lo que has cocinado a temperatura ambiente puede hacer que fermente, pero meter el guiso caliente en la nevera puede estropear el resto de alimentos que tengas en ella.

Es importante recordar que todo lo que vaya a la nevera debe estar lo más limpio posible, incluidas las latas, para evitar propagar bacterias. Así que, ya sabes, se acabó lo de llegar a casa y guardar la lechuga sin limpiarla. Y no olvides que, lavados o no, hay que evitar siempre que los alimentos goteen, ya que pueden causar contaminación cruzada.

En cuanto al orden de la nevera, lo ideal es seguir la siguiente estructura de abajo a arriba:

  • Fruta y verdura: debe colocarse en los cajones de la nevera. La verdura de hoja, una vez limpia, rocíala con agua y consérvala, a ser posible, en un bol cubierto con papel film con agujeros, para que mantenga la humedad. Si lo que vas a guardar es un trozo, por ejemplo, de un pimiento ya cortado, hazlo envuelto en papel film. La fruta, guárdala ya lavada pero seca.
  • Carnes y pescados: son los alimentos más perecederos y deben colocarse, por tanto, en la parte más fría, situada sobre el cajón de las verduras. Algunas neveras vienen ya con un pequeño compartimento en esa zona, señalado específicamente para carnes o pescados. Y si tienes la suerte de tener una nevera espaciosa, lo ideal es contar con una balda para cada uno de ellos.
  • Yogures, quesos y otros lácteos (a excepción de la mantequilla): debemos situarlos en la parte superior de la nevera. Para conservar mejor el queso podemos guardarlo en un recipiente hermético que evitará que se seque, o envolver en papel film sólo la zona del corte. Si envolvemos el trozo completo favoreceremos la sudoración y haremos que cree moho.
  • Productos cocinados, sobras  o todos aquellos que indican ‘una vez abierto, conservar en frío’: la parte intermedia de la nevera es la más adecuada para ellos puesto que deben conservarse a una refrigeración media. Guarda las sobras de latas o tetrabriks en tarros de cristal o envases de plástico, y cubre los platos con papel film.
  • Huevos, mermeladas, salsas, agua, refrescos, mantequilla, botellas de leche abierta.… Pueden conservarse en la puerta, la zona con menor refrigeración.

Por último, recuerda que  aunque tendemos a colocar los productos recién comprados delante, lo lo adecuado es reordenar la nevera para dejar siempre más a mano los productos que llevan más tiempo refrigerados, y así recordar que debemos consumirlos antes.

Ordenar la nevera de forma eficiente es muy fácil y te permitirá sacar mucho más partido a los alimentos Sólo hay que tener en mente estas sencillas indicaciones a la hora de organizar la compra, y tu bolsillo, tu salud y tu paladar te lo agradecerán. ¡Compruébalo!