Ni pasarse ni quedarse corto de caldo, ahí está la clave de un buen arroz.  ¿Pero cuál es la medida ideal?  Lo sentimos, no la hay. Aquí eso de que quién quiera caldo que tome dos tazas no nos sirve: no siempre hay que usar la misma cantidad de caldo para tu arroz, pero tranquilo, con estas sencillas indicaciones tú mismo podrás establecer el caldo justo para un arroz perfecto.

Para empezar debes tener claro cuál es el estilo de arroz que te apetece. Como norma general:

  • Para preparar  un arroz seco la proporción será de 1 parte de arroz por 2 o 2,5 partes de caldo.
  • Para un arroz meloso debes calcular 1 parte de arroz  por cada  3 partes de caldo.
  • Y si lo que quieres es disfrutar de un arroz caldoso la medida será aproximadamente 1 parte de arroz  y 4 de caldo.

Pero ya sabes que la cocina no suele ser una ciencia exacta, y hay otras cosas que van a influir en la textura final. Como primer paso, para no complicarte,  te recomendamos que uses la variedad de arroz más adecuada para tu plato.  Por ejemplo, para un arroz meloso, el especial SOS caldosos y melosos, que hará más fácil conseguir el resultado que buscas. Además, no hay que olvidar que la potencia de tu cocina o, algo tan básico como el recipiente en el que vamos a cocinar también influyen y mucho en la cantidad de caldo que debes utilizar.

En una cazuela plana y de mucho diámetro, como por ejemplo una paella, el caldo está más directamente en contacto con el fuego y se evapora más rápido que en una olla con más profundidad. La primera necesita por tanto más agua que la segunda para el mismo tipo de arroz.  Si es la primera vez que los utilizas, apunta este truco: puedes hacer antes una pequeña prueba en vacío, solo con agua, para hacerte una idea de cuánto tarda en ir evaporando el líquido a la misma potencia a la que cocinaremos el arroz. O ya sabéis, no quitarle el ojo de encima para hacer pequeñas correcciones de líquido si hace falta. Y por si acaso para evitar sustos, evita el caldo demasiado espeso, que podría pegarse al fondo.

Por otro lado, recuerda que si sofríes el arroz, éste absorbe menos agua,  pero ojo, los ingredientes que lo acompañan también influyen en el líquido que nos va a pedir el plato. La cebolla, el tomate, las almejas, el rape, y en general cualquier verdura o molusco, aportan su propia cantidad de agua, así que si vamos a cocinar por ejemplo un arroz con berenjena, calabaza y calabacín podemos echar un pelín menos de caldo que si lo cocinamos con otro tipo de ingredientes.

Con todos estos trucos, ya sólo te queda un último paso para obtener el arroz perfecto… ¡Disfrutar cocinando!